Visibilizar el cáncer

La carrera Huesca contra el cáncer, organizada por la asociación provincial y la Fundación Alcoraz, reeditó el éxito de anteriores ediciones. Con inscripciones limitadas por la pandemia, fueron muchos menos los oscenses que pudieron participar, pero la finalidad no es el número, sino que llegue el mensaje. El objetivo principal es dar visibilidad a la enfermedad y, sobre todo, que las pacientes de cáncer de mama, del que este martes se celebra el Día Mundial, no se sientan solas. La soledad no deseada es una de las preocupaciones de la entidad que quiere hacer también un llamamiento a que las pacientes para que se acerquen a la asociación, desde donde les pueden ayudar en cualquiera de los estadios de la enfermedad. Y Huesca demostró ayer que camina junto a ellas.

El cáncer es igual para todos, pero no somos todos iguales para el cáncer. El presidente de la asociación oscense, José Manuel Ramón y Cajal, recuerda esta frase que repiten en la entidad. Además, todavía afecta más a las mujeres, porque en este caso también hay diferencias de género, ya que son más vulnerables. Por ejemplo, pierden el empleo en mayor porcentaje y tienen más dificultades para encontrar un nuevo puesto. La desigualdad también existe.

Estas son algunas de las razones por las que la organización de Huesca ha impulsado esta carrera, ante la que la ciudadanía ha dado una buena respuesta. Son muchos los oscenses que no llegaron a tiempo de formalizar su inscripción, pero esa colaboración económica se puede canalizar por muchas otras vías para contribuir a la investigación. Los datos son estremecedores: uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres sufrirá un cáncer a lo largo de la vida, pero no hace falta que toque para ayudar.