El coste energético

El elevado precio de la luz, que se ha situado por encima de los 500 euros por megavatio hora, ha obligado a la planta de Ferroatlántica del Cinca, ubicada en Monzón, a paralizar su producción durante 72 horas. En este tiempo, realizarán tareas de mantenimiento pero si el horno se para, no se genera dinero, aseguran los trabajadores. Es por el precio de la luz, pero también se ha disparado el de los carburantes y el del gas y, con ello, el coste final de muchos productos, por lo que la inflación ha alcanzado máximos históricos. De hecho, los transportistas reclaman la intervención del Gobierno sobre los precios de los carburantes y, concretamente, Tradime Aragón trasladó a la DGA que se encuentran en una situación “crítica” por la constante subida del coste del combustible, que califica de “inasumible”, ya que se ha situado en un 50 % más. Esta asociación se desvincula de la huelga convocada a partir del 14 de marzo, ya que dicen que ni ellos ni ninguna asociación de transportistas forma parte de la plataforma que la ha convocado, de forma que no parece que peligre el abastecimiento de un día para otro, ya que se trata de un sector imprescindible.

En cuanto al gas, Borrell pidió ayer bajar la calefacción en las casas de la Unión Europea porque hay que “pagar un precio” por “contar el cordón umbilical” con la economía rusa. La guerra la puesto en evidencia los problemas de la dependencia.

Con todo, no hará mucha falta que Borrell pida nada porque muchas familias habrán tenido que apagar la calefacción porque no se pueden permitir el coste. La pobreza energética aumenta. Biscarrués ya ha iniciado un proceso para tener una comunidad energética local, que podría ser la primera en la provincia. Hay que pensar soluciones.