Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Periodismo sin apellidos

Asistentes al Congreso de Huesca.
Asistentes al Congreso de Huesca.
Pablo Segura

EL CONGRESO de Periodismo volvió a convertir la capital oscense en el escenario de debate sobre la profesión, donde se reivindicó el periodismo como garante de la veracidad especialmente en unos momentos en los que un conflicto internacional cercena el derecho a la información. El periodismo es imprescindible, como han puesto de manifiesto tanto la pandemia, por la necesidad de recurrir a informaciones contrastadas, como la guerra. Pero también el periodismo local, sobre el que se reflexionó en una mesa, en la que se incidió en que se puede hacer buen periodismo desde el medio rural, que se planteó como una tierra de oportunidades. El periodismo local crea identidad, cohesiona el territorio e impulsa el desarrollo contando historias que nadie cuenta. Pone rostro y voz a nuestro entorno más próximo con verdadera vocación de servicio. En la inauguración, se recordó al primer director de este diario recientemente fallecido, Antonio Angulo Araguás, un gran exponente y defensor del periodismo local.

El periodista y presentador de la segunda edición del Telediario de TVE Carlos Franganillo recibió el premio José Manuel Porquet, que hizo extensivo a todo su equipo y que encargó recoger a la corresponsal en Huesca, Elena Sánchez, en un gesto simbólico que pone en valor a los periodistas que trabajan sobre el terreno. La sesión inaugural contó con la ponencia de la directora del diario ‘El País’, Pepa Bueno. La periodista, vinculada a Huesca, apostó hacer “interesante lo importante”. Además, defendió un periódico multimedia que “se lee, se ve y se escucha”. El Congreso “digital” ya perdió su apellido y realmente al periodismo le sobran todos: lo que hay que hacer, con el canal que sea y desde donde sea, es periodismo.