Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Semana Santa en la calle

Domingo de Ramos en Biscarrués.
Domingo de Ramos en Biscarrués.
S.E.

Los ramos de olivo y las palmas volvieron a salir ayer a la calle para celebrar el Domingo de Ramos que marca el inicio de la Semana Santa, un tiempo que se va a volver a vivir por toda la provincia como antes de la pandemia. Los bombos resonaban desde hace un tiempo desde los polígonos industriales y anunciaban ya la normalidad. Las cofradías llevan meses poniendo a punto los pasos para volver a procesionar y a sentir con ellos de nuevo La Pasión, que después del parón, se va a disfrutar más que nunca, porque al final la multitud también invita al recogimiento.

Son días de procesiones que, más allá de la religión, forman parte del acervo cultural y marcan las vacaciones escolares y, por tanto, la de muchas familias que aprovechan para reencontrarse con la playa o para disfrutar de muchos lugares de nuestra provincia en los que se exprimirán todos los rayos de sol.

Por el momento, las cifras de reservas hoteleras en el conjunto de la provincia, similares o incluso mejores que las de 2019, invitan a pensar que será una buena Semana Santa y que el sector se recupera. Los hosteleros constatan que la gente tiene muchas ganas de salir, de disfrutar de la naturaleza, de conocer nuevos lugares, de descansar, de hacer actividades... Las motivaciones son dispares pero la realidad es que la provincia de Huesca es un destino turístico atractivo.

Empieza una semana de Pasión y, aunque con ‘pasiones’ muy distintas, es un tiempo para vivirlo en la calle, en los caminos... La provincia de Huesca ofrece la Semana Santa de Barbastro, que es Fiesta de Interés Turístico Nacional; la de Huesca, que el PP quiere promover su declaración; o la de Jaca, Fiesta de Interés Turístico de Aragón, entre otras. La oferta de la provincia es infinita. ¡A disfrutarla!