Opinión
Por
  • Laura Alins Rami

Los jóvenes son el futuro

"Huesca entiende" lanza una campaña para prevenir el suicidio
El suicidio se ha convertido en la primer causa de muerte no natural entre los jóvenes españoles.
S.E.

Hace unos días se publicó el III Barómetro Juvenil 2021, realizado por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación FAD Juventud, y referido a personas entre 15 y 29 años. Los datos que revela el informe son demoledores: el 48% de los jóvenes españoles experimentaron en el 2021 ideas suicidas; el 12, 3% tuvieron estos pensamientos de manera reiterada; 8 de cada 10 jóvenes confiesan haber experimentado en el último año síntomas de malestar emocional; casi 4 de cada 10 han sido diagnosticados alguna vez de depresión, fobias, ansiedad; uno de cada cuatro jóvenes ha consumido sicofármacos con o sin receta en el último año. El pesimismo, la tristeza y la irritabilidad son muy frecuentes. El dato más preocupante es que el suicidio se ha convertido en la primer causa de muerte no natural entre los jóvenes españoles.

Si bien este fenómeno se ha podido agudizar a raíz de la crisis de covid-19, ya se daba antes de la pandemia.

Curiosamente este alarmante hecho es casi un tabú, apenas mencionado en los medios institucionales y de comunicación ¡Señores, esto no es un mundo feliz para nuestros jóvenes! ¿Qué están recibiendo de esta opulenta, materialista, secularizada, tecnificada, inclusiva e igualitaria sociedad? , nada que los llene realmente de ilusión y de ganas de vivir.

Monseñor José Ignacio Munilla, Obispo de Orihuela, señala como principales causas de esta epidemia de salud mental:

1-la crisis del sentido de la vida y del sufrimiento.

2-la crisis de la familia.

3-la adicción a la tecnología.

Nos detendremos brevemente en cada una de ellas.

1. Para afrontar la vida se precisa dotarla de un sentido superior. Llenarla exclusivamente de veleidades materiales, perecederas es insuficiente y nos hincha de vacío. Todos tenemos una meta, una misión, un deber para con nosotros, para los demás y para con Dios. La negación de Dios que nuestra sociedad está inoculando en los jóvenes lleva al vacío y al sinsentido. Todos hemos sido creados para la transcendencia; este anhelo nos viene de fábrica, somos así; tratar de ahogarlo pasa factura.

2. La familia es el valor más necesario y querido por la persona; es en ella donde somos amados absoluta e incondicionalmente, no por lo que hacemos, damos o por lo que valemos, sino por nosotros mismos, con todos nuestros defectos por enormes que sean. Cuando falla la familia la persona se rompe. Una familia bien estructurada y feliz es el mayor bien que podemos dar a los hijos y a la sociedad. En España las ayudas que reciben las familias son mínimas, de las más exiguas de Europa; asimismo nuestras leyes, en lugar de amparar y promover la familia y la vida, las desprecian; no tenemos más que observar las últimas leyes del aborto, de eutanasia. Además, hoy día más de la mitad de los matrimonio se rompen; muchos hijos viven en familias recompuestas, esto no siempre es fácil, y, en algunos casos, son sujeto de abusos.

3. La red es un universo enorme, con grandes oportunidades, pero también con numerosos peligros. Los padres deben controlar y formar a sus hijos en un uso responsable, y dar el móvil y la tablet cuanto más tarde mejor (siguiendo los propios consejos de la policía nacional). La hiperconexión está llevando a muchos jóvenes a la dependencia. La pantalla está diseñada para ser adictiva. Cuando esto sucede la persona se aísla en su mundo, en detrimento de las tan necesarias relaciones personales; ralentiza su desarrollo cognitivo y cerebral; se hace presa de un afán desmedido de aceptación social digital y se siente insatisfecha, porque todo es apariencia y vacío; es fácil víctima de ciberdelitos y de la pornografía. La pornografía on line está destrozando la vida de muchas familias, sus efectos son terribles; 7 de cada 10 adolescentes la consumen, la tienen en el móvil gratis y a un solo clic de distancia; la edad media de inicio de consumo es de 10-11 años. El 35% de las descargas de internet son de pornografía, una industria millonaria que factura unos cien mil millones de dólares al año. Qué decepción causa la reciente Ley Orgánica de protección Integral a la Infancia y a la adolescencia frente a la Violencia, que, a pesar de su rimbombante nombre, se dedica a potenciar el transgénero en niños y jóvenes pero es indiferente a este grave problema.

Los jóvenes son nuestro futuro, necesitan una vida plena, llena de ilusiones y metas grandes, y también cultivar su mundo interior. Padres, sociedad civil y política…todos, estamos a tiempo de tenderles la mano.