Opinión
Por
  • Diario del Altoaragón

La gestión del agua

El barro de las laderas deja patente el bajo nivel al que se encuentra lo que ha provocado un descenso de las reservas.
El barro de las laderas de Vadiello deja patente el bajo nivel al que se encuentra lo que ha provocado un descenso de las reservas.
Pablo Segura

LAS MEDIDAS de ahorro de agua para paliar esta sequía van más allá de los bandos municipales para prohibir riegos o hacer un llamamiento al consumo moderado de agua por parte de la población. La falta de caudal de los ríos, sobre todo de las cabeceras de las cuencas, han obligado a adoptar medidas para evitar problemas medioambientales.

El servicio provincial de Agricultura ha tomado la decisión de prohibir la pesca en ocho tramos de ríos de la provincia de Huesca. Las mayores afecciones se concentran en la cuenca del río Aragón, concretamente en el Veral, un lugar muy visitado por los pescadores. La finalidad es que la reducción de caudales no constituya una merma para las especies que habitan el cauce por la pesca y que puedan recuperarse. En realidad son tramos que suelen verse muy condicionados en épocas de sequía, por lo que desde la Federación Aragonesa de Pesca y Casting (Fapyc), entienden que son medidas “coherentes”.

Al mismo tiempo, desde el servicio provincial de Bomberos siguen llevando agua a pequeños núcleos de diferentes lugares de la provincia que se abastecen de recursos naturales que se han quedado secos. Una decena de pequeños pueblos, y alguno más de forma esporádica, dependen de este suministro. Solo hay que ver la situación de los embalses para darse cuenta de la necesidad de adoptar medidas de ahorro.

La sociedad tiene que ser muy consciente de que los recursos son limitados y este año más que nunca se está notando con el agua, pero también con la energía. Al margen de los precios, la preocupación es que llegue un punto en que falte. Por ello, es importante adoptar medidas globales a tiempo.