Opinión
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  • Diario del Altoaragón

El control de las especies cinegéticas

Un cazador y sus perros durante una batida de caza en la provincia de Huesca.
Un cazador y sus perros durante una batida de caza en la provincia de Huesca.
S.E.

EL ABANDONO del medio rural tiene muchas consecuencias que van más allá del cierre de un colegio y de la puerta de una casa, y que se traduce en muchas ocasiones en la dejadez en el entorno medioambiental. El fin de la actividad de una explotación ganadera de vacuno u ovino en extensivo también tiene efectos que exceden los económicos, ya que supone el abandono del monte. Todo ello se está traduciendo en una aumento de las poblaciones de las especies cinegéticas ante lo que hay que actuar, para evitar los destrozos en la agricultura y los accidentes de tráfico.

La actividad cinegética es necesaria para controlar estas poblaciones, que en ocasiones se pueden llegar a convertir en un problema de salud pública por la propagación de determinadas enfermedades. Por ejemplo, el control del jabalí es necesario para garantizar la salubridad y la viabilidad de la cabaña ganadera de porcino, que podría verse afectada por la peste africana procedente del norte de Europa. En este sentido, los permisos concedidos por el Gobierno de Aragón para cazar jabalí a rececho han ayudado a mantener el necesario control. Ahora, han observado que el corzo también prolifera y que también tendrían que concederse licencias especiales.

En esta situación, se prevé una buena temporada de caza, que permitirá el control de estas especies que se reproducen más al contar con comida disponible en el monte, frente a la falta de competencia con rebaños. Esta situación también tiene que invitar a reflexionar sobre el futuro del medio rural y la necesidad de apoyar la continuidad de sus habitantes, especialmente, de los modos de vida vinculados al mantenimiento del medio natural.