Opinión
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  • Diario del Altoaragón

En tren y en autobús

Foto tomada este martes de la Estación Intermodal de Huesca.
Foto tomada este martes de la Estación Intermodal de Huesca.
Pablo Segura

LA GRATUIDAD de los abonos para el tren en cercanías y media distancia ha provocado un transbordo de viajeros del autobús al ferrocarril en la línea Huesca-Zaragoza. Los modos de transporte deben ser complementarios pero, en ningún caso, que uno de ellos compita en desigualdad de condiciones cuando ambos, realmente, están supeditados a decisiones y normas de gestión gubernamentales. Las políticas para abaratar los viajes ante una situación de inflación disparada y ayudar a las familias están muy bien, así como la intención de fomentar el uso del tren.

Sin embargo, la medida tiene también contrapartidas que hay que sopesar para no debilitar el sistema del transporte de viajeros tan necesario en una provincia como la de Huesca. Por un lado, porque la oferta y frecuencia de viajes está muy por encima de la del ferrocarril, y son muchos los usuarios que siguen necesitando, aunque tengan que pagarlo, contar con el servicio del autobús. Por otro lado, se trata de una medida que beneficia exclusivamente a los habitantes de las ciudades, mientras que olvida al medio rural y, por el momento, el medio de transporte que vertebra y comunica nuestros pequeños pueblos es el transporte por carretera.

Por ello, no se trata de defender un modo frente al otro sino de poner en la balanza las ventajas de uno y otro y conseguir que las medidas dejen la situación equilibrada. Cuando se plantean soluciones para ser más sostenibles en un futuro, sigue siendo necesario pensar en ambos modos de transporte y, de hecho, en algunos más, como la bicicleta, para dejar los vehículos privados y mejorar la movilidad con la intermodalidad. Y siempre en equilibrio: en bus y en tren.