Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Un ateneo cultural

Exterior del casino oscense.
Exterior del casino oscense.
Pablo Segura

HUESCA QUIERE recuperar para la ciudad su edificio más emblemático: el Círculo Oscense, conocido como el Casino, y convertirlo en un ateneo cultural sacándole brillo así a su pasado histórico. Aunque ya se han dado muchos pasos en lo que llevamos de siglo, en la memoria colectiva todavía queda una barrera asociada a que durante años la primera planta era de uso exclusivo para socios. Las puertas de este magnífico edificio modernista que se eleva majestuoso en el corazón de la ciudad están abiertas. Desde hace apenas un mes, se ha reabierto el bar de la primera planta, entre las escaleras y el salón azul, que abre todas las tardes y desde las 12:00 para el vermú de los festivos y fines de semana, y que permite disfrutar de un lugar tranquilo con un ambiente y decoración como los históricos cafés literarios que se conservan en las grandes ciudades.

Ese ambiente de sosiego, en un lugar que invite a la conversación y a la reflexión, y donde se puedan celebrar actos culturales de forma habitual, es lo que quiere fomentar el Ayuntamiento de Huesca. En realidad, ya existe una programación habitual con conciertos en las mañanas de domingo en los que se disfruta de la música acomodados en las butacas de terciopelo del salón azul o presentaciones de libros, entre otros actos. Pero se quiere ir más allá y, en ese paso, romper esa barrera mental que existe y que impide todavía a muchos ciudadanos atravesar la magnífica puerta de madera de la entrada no solo para disfrutar de la gastronomía del Lillas Pastia, sino para subir por la escalinata y sentir el crujir de la madera bajo los pies. en un viaje que el primer día parecerá al pasado, pero donde se hablará de futuro.