Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Unión de estaciones

Un grupo de esquiadores en la estación de Aramón Formigal, esta semana.
Un grupo de esquiadores en la estación de Aramón Formigal.
Grupo Aramón

Aragón avanza en el proyecto para la unión de las estaciones de esquí de Formigal y Astún, para ofrecer un gran dominio esquiable como los mejores del mundo. El proyecto conllevará una inversión de más de 26 millones de euros, sumados los 8 de la conexión con Candanchú. De este modo, se conseguirá aumentar la superficie y ofrecer una mejor experiencia al visitante. Este es el objetivo que se debe perseguirse desde cualquier territorio que pretenda servir de foco de atracción turística, y así se ha puesto de manifiesto en Fitur.

Vender la marca Pirineos es vender un conjunto de posibilidades muy amplio en el que los distintos valles tienen que sumar, en lugar de vender pedacitos y valles cuyos nombres lanzados al mundo y al universo web se pierden y se quedan en nada. Por ello, ofrecer un único dominio esquiable con entradas diferentes es caminar en esta dirección en la que avanza la sociedad, aunque visto con nuestra cercanía pueda parecer distinto. Pero si se aleja el foco, vender el conjunto de las posibilidades que ofrece el Pirineo aragonés para el esquí es, sin duda, un acierto.

El Consejo de Gobierno ha aprobado el convenio autonómico que permitirá la unión con una infraestructura de transporte por cable con la financiación de fondos europeos. Los habitantes de los valles a los que afecta defienden su necesidad para continuar trabajando por el futuro de un medio de vida que es también elemento tractor para el desarrollo de otras actividades, por ejemplo del sector servicios, más allá incluso de la hostelería. Aragón estará en disposición de competir con enclaves referentes en la nieve. Hay que seguir avanzando en esta dirección.