Opinión
Por
  • Manuel Campo Vidal

España huele ya a pólvora electoral

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánche, junto al primer ministro, Aziz Akhannouch, en Rabat.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, junto al primer ministro, Aziz Akhannouch, en Rabat.
EFE

Como en las películas de vaqueros en el Oeste americano, España huele ya a pólvora; pólvora electoral a más de cien días para las tensas elecciones municipales y autonómicas de mayo. Crecen los desplantes y las fugas de candidatos, como los jinetes que saltaban de un caballo a otro. La actual vice alcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, por poco se estrella al tratar de saltar de la diligencia de Ciudadanos a la del Partido Popular. Se arrepintió en el último segundo, tras escuchar que Isabel Diaz Ayuso no la quería por allí y se la endosaba a su dirección nacional.

En el ayuntamiento de la capital la batalla será encarnizada entre Martinez Almeida, Rita Maestre y la ministra socialista Reyes Maroto. ‘Que trabaje Rita” es el ingenioso slogan de la campaña de Más Madrid que sostiene que sólo Rita, la heredera de Manuela Carmona, está al pie del cañón, mientras el alcalde popular sestea. Para desmentirla, Martínez Almeida hizo una exhibición en el pleno que dejó atónitos a los concejales y a quienes han visto el vídeo. Búsquenlo. Explicó treinta realizaciones en tres minutos, una proeza solo al alcance de un opositor superdotado como él, o de los mejores raperos del país. Otra cosa es que se entendiera algo, por lo que comunicativamente ni fue eficaz, ni es recomendable. Pero como pieza del espectáculo diario es entretenida.

Mientras, en la calle, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, impone su ley verbal con un lenguaje descarnado: “capitalista despiadado” llamó al empresario Juan Roig; “beneficios impúdicos”, calificó después los resultados de los bancos. Y para el PSOE, al que en su día descerrajó el mote de “partido de la guerra”, guardaba una bala: “hay una parte del Gobierno al que le tiemblan las piernas”. La ministra, cuando lo desee, tiene ganada una plaza de guionista en el cine de acción. “Belarra” sonaría bien como nombre de un modelo de revólver verbal.

Todo eso pasaba mientras Pedro Sánchez viajaba a Rabat para una cumbre de altura pero sin presencia del rey Mohamed VI. “Un ridículo”, según el Partido Popular. Nada que no estuviera previsto, como la llamada telefónica de media hora que mantuvieron Sánchez y Mohamed VI, según Exteriores. Pero por debajo de la polémica PP- PSOE sobre el éxito o el fracaso de la cumbre, una pregunta clave: ¿El Rey de Marruecos vive realmente en su país, o pasa la mayor parte del año entre París, Suiza, Gabón y otros destinos donde tiene lujosas residencias? Según personas bien informadas, va por Rabat de tarde en tarde.

Y algo importante: la tenacidad de Salvador Illa, líder de los socialistas catalanes, ha logrado pactar los Presupuestos de la Generalitat con Pere Aragonés, después de que Oriol Junqueras se opusiera frontalmente. Se impuso la razón. Tras diez años se ha roto la política de bloques en Cataluña. No significa más que pactar - y de aquella manera- unos Presupuestos, advierten ambos partidos. Bien, pero en una década fue imposible. Laura Borrás, presidenta del partido de Carles Puigdemont, imputada por trocear contratos administrativos para favorecer a un amigo, también usa revolver tipo Belarra: “Esquerra ha pactado con los del 155”. “Traicionaron por 155 monedas de plata”, tuiteó Gabriel Rufián acosando a Puigdemont en aquellos dias aciagos de octubre de 2017. El diputado desmintió que fuera contra el entonces President, pero aún lamenta su tuit. Ellas aún empuñan las armas verbales. Huele a pólvora electoral. Irá a más.