A ningún altoaragonés se le escapa que asistimos, de la mano -si no el puño- de Javier Lambán, a una de las mayores amenazas del desarrollo provincial. Quienes vivimos al pie del Pirineo nos basta con alzar la mirada a las pistas para tener, tristemente, una perspectiva más cercana. Hemos aspirado durante años a la unión de estaciones: un impulso de enorme trascendencia para el sector de la nieve y para el deporte de montaña en nuestro territorio, y más concretamente en los valles del Aragón y el Valle de Tena. Hablamos del mayor dominio esquiable de España, con casi 300 kilómetros de pistas, lo que representa una oferta inmejorable para el esquiador nacional e internacional y un verdadero aliciente para los turoperadores. Tiene, en consecuencia, un enorme valor estratégico.

El proyecto recibió financiación de los Planes de Sostenibilidad Turística de Aragón, financiados con fondos europeos Next Generation. El cumplimiento de los plazos deja el proyecto en una situación de máxima incertidumbre, tan peligrosa como contradictoria puesto que son inaceptables tanto la incongruencia del Ejecutivo como los obstáculos que pretenden poner los socios de gobierno y que podrían condenar el proyecto de la unión de estaciones y perjudicar gravemente a la provincia de Huesca.

El turismo en nuestra zona de montaña es un sector fundamental en términos de actividad y de empleo. En ese escenario, las estaciones de esquí representan un papel primordial como complemento al verano, consiguiendo así un cierto equilibrio entre el invierno y la temporada estival. Las pernoctaciones en invierno están estancadas y, en cambio, en verano crecen año tras año. La unión de estaciones ayudaría a fijar la población en el territorio, y supondría solucionar, entre otras, esa gran limitación.

Si Lambán quiere coherencia debe instar a la inmediata retirada de la propuesta de reactivación del PORN de Anayet-Partacua para garantizar las inversiones y el procedimiento administrativo, e impulsar la unión de estaciones.

Todo lo anterior está produciendo que algunos gobernantes, tanto los del Pignatelli como los del valle del Aragón, se estén poniendo especialmente nerviosos. Si el único recurso que les queda es atacar al candidato popular a la presidencia de Aragón, Jorge Azcón, es evidente que su único interés es electoralista. Unos, deprisa y corriendo, cogen ahora banderas que tenían olvidadas en un cajón y otros salen de su ostracismo solo en el intento de aferrarse cuatro años más a su cargo. Y buena prueba de ello es ver cómo van saliendo a la palestra, de forma perfectamente calculada y cumpliendo órdenes internas, los diferentes cargos municipales o autonómicos.

Es curioso que a varios cargos del PSOE en nuestro territorio -Fernando Sánchez, Olvido Moratinos o el Álvaro Salesa- se les llene la boca con la unión de estaciones, cuando fueron los socialistas quienes aparcaron el PIGA que dejó listo para ejecutar el Partido Popular en el 2015. Tampoco han sabido activar el Plan de la Nieve en todos estos años. Todos ellos son cómplices de sus socios de Gobierno y todos perpetúan la incoherencia.

Por un lado, el Sr. Sanchez saca pecho del hotel de 5 estrellas que se ha construido en Canfranc y alaba la gestión del consejero Sr. Soro, de Chunta Aragonesista; mientras, Soro torpedea la llegada de clientes al hotel al oponerse frontalmente a la unión de estaciones, ¡qué contrasentido!, y se aferra a la absurda acusación a Jorge Azcón por poner en duda el mecanismo de adjudicación.

Seguidamente, la portavoz de Turismo del Gobierno de Aragón y candidata a la alcaldía de Jaca, Olvido Moratinos, no solo no pide explicaciones al director general de Medio Ambiente por poner en peligro el proyecto de la unión de estaciones, sino que insiste en las peregrinas críticas a Azcón. Y por último, el alcalde de Castiello, el Sr. Alvaro Salesa, firma tribunas con idéntica obsesión: Azcón. Además, miente sin rubor descaradamente sobre la unión de estaciones al afirmar que el PP de Sabiñánigo se abstuvo en una votación sobre al respecto, porque nunca la hubo y que el PP de Jaca presentó una moción en el mismo sentido, porque no se admitió la urgencia. ¿Realmente, quién busca la crispación? La única verdad es que el PP votó en contra de reprobar a Jorge Azcón.

En mi opinión, más les valdría a los tres no atacar al principal valedor de la nieve en nuestro territorio, el Partido Popular, que formalizó su compromiso en el mandato de la presidenta Luisa Fernanda Rudi. Sería mejor para ellos no esconderse cuando les toca defender la salud de las personas que vivimos en el valle del Aragón y preocuparse de que tengamos una sanidad digna, sin cierre de Puntos de Atención Continuada, ni consultorios médicos, de la carencia de profesionales sanitarios y de que no nos quedemos en nuestra zona sin la ambulancia UVI. La dignidad se demuestra con hechos, con trabajo y no con tanta palabrería diciendo una cosa en la calle y votando la contraria en las instituciones, o echándole la culpa siempre a los demás y no asumiendo sus propias responsabilidades.

Que nadie dude que, por mi parte, seguiré apoyando y apostando por todas las cuestiones que beneficien el interés general por encima de sectarismos e ideologías.