Opinión
Por
  • Diario del Altoaragón

La unión de las estaciones

Foto de familia tras la firma del convenio para la unión de los valles de Tena y del Aragón a través de las estaciones de esquí de Astún y Formigal.
Foto de familia tras la firma del convenio para la unión de los valles de Tena y del Aragón a través de las estaciones de esquí de Astún y Formigal.
Pablo Segura

ARAGÓN ha dado un gran paso adelante con la firma a cuatro bandas del convenio para la unión de las estaciones, para conseguir un gran dominio esquiable capaz de competir con los mejores destinos de nieve de Europa. El Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial de Huesca, como instituciones; y las empresas Aramón, a la que pertenece Formigal, y Eivasa, propietaria de Astún, suscribieron ayer un acuerdo histórico con el que se da inicio a los trámites administrativos para hacer posible una reivindicación cada vez más potente desde los valles.

Una telecabina de 4,3 kilómetros unirá ambas estaciones para permitir la conectividad de los valles de Tena y el Aragón que, sin duda, notarán la repercusión de la inversión, para que lo que aprovechará la llegada de fondos europeos. A esta unión, se tiene que sumar también próximamente la de Astún y Candanchú para redondear el proyecto.

Los habitantes del Pirineo reclamaban este desarrollo para poder mantener la vida en los pueblos, en los que aumentarán las posibilidades de desarrollar actividades económicas por los efectos de la nieve. Este recurso se ha demostrado vital, como se vio en los momentos duros de la pandemia, como un potente motor para generar economía y, por lo tanto, desarrollo. Siempre con la sostenibilidad ambiental como paradigma. Este es un avance histórico que puede tener una repercusión económica de 50 millones en tres años. Conseguir el equilibrio entre la conservación ambiental, el desarrollo del territorio y el mantenimiento de la población son los tres objetivos que todo proyecto, como la unión de las estaciones de esquí, debe tener en el Pirineo.