Educación vial

El alcalde de Huesca ha anunciado que la Policía Local multará a los usuarios de patinetes y bicicletas que no circulen por el carril-bici y, cuando se acabe este, por la calzada, pero nunca por la acera ni por lugares en los que pueda afectar a peatones. Justo en plena polémica con los vecinos por la construcción de un nuevo carril-bici y la supresión y reubicación de plazas de zona azul, anuncia la modificación de la ordenanza para poder imponer multas de entre 90 y 200 euros. Con todo, antes habrá una campaña de concienciación para reconducir hábitos entre los usuarios.

La movilidad es uno de los asuntos más críticos a los que se enfrentan los gobiernos municipales de las ciudades, por el incremento de tráfico y la convivencia de distintos modos de transporte. Las soluciones no son fáciles de aplicar pero cuando no se encuentran complican el día a día de los vecinos. En muchas ocasiones, se van adoptando medidas para solucionar problemas concretos que, a veces, ocasionan otros. Y ya se lleva viendo desde hace años con la proliferación de los patinetes, que seguramente habrán sacado algunos vehículos de la circulación, pero no se ha acabado de resolver ni en Huesca ni en ningún lugar, la convivencia con el peatón.

Pero, ¿se denunciará al peatón que se tira al paso de cebra y encima de un coche mirando el móvil? ¿o al que se gira rápidamente en una vía peatonal y atropella al ciclista? La educación vial está muy bien, pero que sea para todos. La ciudad necesita un plan global de movilidad que incluya más carriles-bici seguros, aparcamientos disuasorios... como se contempla, pero también soluciones al transporte por áreas como el casco viejo que ningún gobierno solventa.