Una cooperación ejemplar

LAS FRONTERAS cada vez están más desdibujadas y no solo porque ya no exista la garita aduanera en los pasos fronterizos con Francia sino porque cada día se estrechan más los lazos de cooperación entre ambos países en muchos ámbitos. Uno de ellos, y fundamental en las dos últimas décadas, es la seguridad. En el Centro de Cooperación Policial de Canfranc trabajan 44 agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de España y Francia para dar respuesta a los incidentes que suceden en torno a la frontera; pero, sobre todo, para trabajar conjuntamente e intercambiar información en la lucha contra el crimen organizado, el tráfico de drogas o la inmigración ilegal, entre otros asuntos. Cruzar la frontera no es ninguna garantía de que se pierda la pista. De hecho, la búsqueda continúa.

No es extraño encontrarse controles policiales montados desde este centro para la vigilancia de la frontera. En momentos como la celebración de la cumbre de la OTAN en junio del pasado año, su trabajo tuvo una relevancia especial, tal y como se destacó ayer en el acto de celebración del 20 aniversario de un centro, en el que participó el secretario de Estado, Rafael Pérez. Además, cuando España asuma la presidencia de turno de la UE, en el segundo semestre, el refuerzo de la cooperación policial, a través de intercambio de información, será uno de los ejes estratégicos del Ministerio del Interior, según destacaron ayer. Precisamente este centro fue el primero que hubo en España y de ahí han salido proyectos piloto y nuevas medidas de colaboración. El Centro de Cooperación Policial de Canfranc es un referente porque juega un papel clave en la seguridad, no ya de esta provincia, sino del país, como puerta de entrada y de salida.