Sinfonía empresarial

LA GALA de entrega del Premio Empresa Huesca es una oportunidad para conocer los logros de empresas de la provincia y para ser conscientes de las capacidades de los empresarios, de las familias y de los equipos. Porque se habló de empresas, pero sobre todo de la gente que hay detrás, en muchos casos, historias familiares cargadas de esfuerzo y de emoción, que hicieron subir al escenario a varias generaciones. La máxima distinción, el Premio Empresa Huesca fue para Fribin SAT 1269, desde la que su presidenta Cristina Gallart animó a todas las empresas a ser una “banda de jazz”, un equipo que innova y arriesga, en el que hay una competencia creativa y compenetración, en el que uno se anticipa a lo que va a hacer el otro, que cubre sus errores... para hacer frente a la incertidumbre. Y esta metáfora fue también la que puso música a todo el acto, que en sí mismo se antojó como una banda de jazz, por la suma de empresas de diferentes tamaños y sectores que pasaron por el escenario del Parque Tecnológico Walqa y que trabajan por el territorio.
Empresas de gran tamaño como Fribin, otras con grandes volúmenes de facturación como Harineras Villamayor, Premio a la Internacionalización; comercios como Librería Castillón, Premio a la Trayectoria a Víctor Castillón; o como La Casa del Pintor, Premio a la Pyme Cristóbal Nogués e Hijos; empresas como Iuttersystem, Premio a la Innovación; Premio al Joven Emprendedor a Daniel Cabrero de Automóviles Cabrero; y dos Menciones de Honor a empresas de economía social, Carinsertas y Valentia. Esta banda de jazz, que es el tejido empresarial de la provincia, suena muy bien y causa emoción. Todas contribuyen de una forma u otra al desarrollo de esta provincia.