Opinión
Por
  • Charo Zarzalejos

Yolanda, ni Pedro ni Pablo

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social.
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social.
EFE

Yolanda Diaz, en una entrevista al diario.es, ya ha despejado una duda que no es menor: no habrá negociación con Unidas Podemos hasta después de las elecciones del próximo mes de Mayo.

Alega la líder de SUMAR que las distintas formaciones que integrarán el llamado espacio para las elecciones generales han pedido que así sea, que mejor después de las autonómicas y municipales. Ha dado un no rotundo a Irene Montero, a Ione Belarra y lo que es más importante, a Pablo Iglesias.

Ignoro el énfasis con el que las fuerzas que le apoyan han realizado esa petición, lo que si parece obvio es que ni Iglesias, ni Montero ni Belarra impresionan a Yolanda Diaz. Y creo que tiene motivos. Saben en el cuartel general de SUMAR que el 28 de Mayo UP va a tener poco que celebrar. Nada hace presagiar que sus resultados vayan a significar triunfo alguno por mucho que cuente con el apoyo de Bildu y ERC.

Y así, con una UP debilitada, cualquier negociación que se planteen será bajo unas condiciones que no son las de hoy. Me temo que si UP se aviene a negociar en el mes de Junio lo tendrá que hacer desde una posición de humildad, cualidad esta que no es precisamente lo que caracteriza a la formación de Pablo Iglesias que si por algo se distingue es por la arrogancia cuando no por la tozudez. En este pulso Yolanda Diaz tiene las de ganar.

Cosa distinta es esa afirmación de que ella no es de nadie, que está harta de que le digan que es de Pablo o de Pedro. Sin embargo son hechos indiscutibles que fue Pablo Iglesias, primero, quien le aupó para estar en el Gobierno, nada menos que como Vicepresidenta y, luego, Pedro Sánchez, cuando con ocasión de la moción de censura presentada por VOX, le puso la rampa de salida para iniciar su campaña electoral. Yolanda Diaz es de ella misma, pero su biografía política, en ningún caso, hubiera sido la misma sin estos dos apoyos tan definitivos y la amnesia deliberada, como es el caso, no suele ser buena compañera de viaje.

Con toda su arrogancia y tozudez es comprensible que Iglesias se sienta, por lo menos, un poco traicionado y cuando en las relaciones políticas interfieren unas malas relaciones personales, como es el caso, cualquier negociación se hace más difícil. Tan difícil que lo más previsible es que UP no entre en negociación alguna después del mes de Mayo. En realidad con un puñado de diputados, Iglesias puede llegar a condicionar más la vida política que formando parte de un espacio que va a ser una ingente suma de siglas.

De momento y de manera fehaciente el olvidado es Pablo Iglesias . Pedro Sánchez debería ir tomando nota porque si las urnas sonríen a Yolanda Diaz en ningún sitio esta escrito que el siguiente no sea el.

Como soy del plan antiguo, soy de las que cree que en esta vida, en la política y en la personal, hay que volar en función de las ambiciones y deseos de cada cual pero olvidarse de quienes te han ayudado a llegar a donde se está, es ante todo, un autoengaño y Yolanda Diaz, sin discutir sus aciertos, valores y cualidades, se engaña si cree, aunque sea por un momento, que sin Pablo y sin Pedro estaría donde está.