Nuevas viviendas

EL PROBLEMA del acceso a la vivienda ha dejado de ser exclusivo de las grandes ciudades de España o de los sitios más turísticos para convertirse en una cuestión que precisa soluciones globales. Huesca no es ajena, ni la capital ni la provincia. Con todo, en este caso, es necesario el desbloqueo de las Harineras, donde está prevista la construcción de 1.300 viviendas, que constituiría la primera gran promoción desde la burbuja inmobiliaria. Desde entonces, se ha construido con cuentagotas, de forma que los precios se han mantenido muy altos y el acceso no se ha facilitado.

El desarrollo del solar de Harineras podría contribuir, con una mayor oferta, a que se autorregulara el mercado de la vivienda en Huesca, donde tanto los precios de compraventa como de alquiler están disparados para una ciudad del tamaño de la capital oscense y con el poder adquisitivo de sus habitantes. No obstante, serán muchas las variables que influyan para que la oferta y la demanda se equilibren y tampoco este desarrollo es una garantía. Hace falta más.

Además, la construcción de estos bloques sí que servirá para recomponer una zona muy céntrica de la ciudad, donde con el traslado de las harineras quedó una cicatriz urbanística que recuerda a la explosión que causó fallecidos. Pero no son los únicos solares que claman soluciones urbanísticas, porque ahí siguen el solar de Casa Vilas del Coso, el de la calle Zarandia, algunos en la calle de San Lorenzo o las plazas de San Félix y San Voto, entre otros. Además, es necesario desarrollar otras áreas de la capital como entre el Palacio de Congresos y la Granja San Lorenzo (N-240) para crear otra tipología de vivienda, la unifamiliar, para evitar la marcha de habitantes.