Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Falta de médicos

El doctor Esteban Sanmartín cerró este martes 15 de marzo por última vez la puerta del consultorio médico de Fonz tras 47 años de profesión.
El doctor Esteban Sanmartín cerró el 15 de marzo por última vez la puerta del consultorio médico de Fonz tras 47 años de profesión.
S. E.

LA ELECCIÓN de las plazas MIR es muy elocuente. La especialidad de Medicina Familia y Comunitaria no resulta apetecible para los estudiantes y son las que se quedan sin cubrir. En Aragón, 15 de las 82 plazas ofertadas siguen vacantes. De ellas, las tres que corresponden a la provincia de Huesca están en la zona de Barbastro. Las 16 plazas de ocho especialidades del Hospital Universitario San Jorge de Huesca sí las han elegido y también seis plazas de Medicina Familiar y Comunitaria en el Hospital de Barbastro. Ni se quiere esta especialidad ni ir al medio rural.

Eso es lo que dicen los datos, exactamente lo mismo que se ve y se padece cada día. Por ello, estas cifras vienen a corroborar que la situación no cambia y que no va a hacerlo en un breve periodo de tiempo.

Ya se han puesto medidas al incrementar un 10 % la plazas que oferta la Universidad de Zaragoza, a partir de un acuerdo con el Gobierno de Aragón, para aumentar la formación. Además, se va a implantar de forma progresiva el grado completo de Medicina en el campus de Huesca, una antigua reivindicación que se empezará a aplicar a partir del curso 2024/2025. Pero, aunque muy necesaria y parte del origen del problema, no es una solución inmediata.

Todo esto demuestra que hay que actuar en otros niveles y conseguir que esta especialidad, así como el trabajo en el medio rural, sea atractiva para los estudiantes. Los recientes testimonios de los médicos de Plan, Fonz o Alquézar, que han apostado por el medio rural, pueden servir de ejemplo para despertar vocaciones. Lo que no se conoce no puede amarse y habría que pensar en cómo acercar a los estudiantes a la medicina de familia y a los pueblos.