Opinión
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  • Diario del AltoAragón

¡Que llueva, que llueva, San Isidro!

Celebración del día de San Isidro en la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.
Celebración del día de San Isidro en la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.
D.P.H.

NADA HUBIERAN deseado más los agricultores que una intensa y constante lluvia les hubiera caído por San Isidro. En realidad, lo deseable es que hubiera lucido el sol tras unos meses de marzo y abril con lluvias abundantes y que se hubiera podido celebrar la festividad de los agricultores entre campos de trigo con grandes espigas. Pero nada de eso sucedió. Los agricultores vivieron ayer una jornada agridulce, entre la ilusión por el reencuentro de todos en las distintas romerías y celebraciones que tuvieron lugar por la provincia y la preocupación por la falta de lluvias y, además, la escasez de reservas en los embalses. Así, es complicado disfrutar de la fiesta. Pero no perdieron la oportunidad de pedirle agua a su patrón, a pesar de que las cosechas de cereal de invierno ya están perdidas y si no llueve todavía se perderán más. Todavía se está a tiempo de que el olivo, que ahora está en flor, pueda recuperarse y lo mismo con el almendro y la vid.

Pero, mientras San Isidro responde, también fue el momento de pedir de nuevo a las instituciones para que adopten medidas para paliar las pérdidas en un sector tan importante para la provincia como es el primario. Con todo, el sector se muestra muy proactivo y con esperanza para adaptarse al futuro, que tiene que pasar por continuar mejorando las infraestructuras de riego y la eficiencia de los sistemas. Con todo, los agricultores resaltan que son un sector muy profesional, por lo que continuarán trabajando para contribuir a revertir la situación de la sequía que ahoga al campo. ¡Que llueva, que llueva, San Isidro! y ¡felicidades a todos los agricultores que trabajan y mantienen vivo el Alto Aragón!