Una nueva ola de calor

SUBE el mercurio, de nuevo. Se acerca la que podría ser la cuarta ola de calor del verano. Vuelven los días tórridos y esas noches en las que el termómetro no da mucho respiro. Huesca y el sur de la provincia volverán a rozar los 40 grados en el fin de semana y en algunas poblaciones del Pirineo, según la alerta activada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se alcanzarán los 35. Un fenómeno que parece va a prolongarse hasta el martes.

Los expertos en la materia apuntan a que esta es una de las causas del cambio climático. Y España es uno de los países más vulnerables a él. Aemet ha llegado a advertir de que estos episodios, con temperaturas extremas, van a ser cada vez más recurrentes y más intensos. Y lo afirman con datos. En la última década hemos tenido más olas de calor que en los 25 años anteriores.

Pero no sólo las temperaturas y el verano se alteran. También la duración de las estaciones con primaveras mucho más cortas y veranos más largos.

Nos sofocamos más, sí. Pero las olas de calor también tienen un impacto en la biodiversidad, con los ciclos migratorios de los animales, por ejemplo. Hay quien dice que ahora los osos hibernan menos, mucho menos. Y también hacen mella, sobre todo en veranos tan cálidos y secos como este y el pasado, en las reservas de agua, tan necesaria para la vida.

Hay que concienciarse con los nuevos cambios e intentar luchar sino para parar, sí al menos ralentizar un cambio con graves consecuencias. Reducir emisiones, ahorrar energías, reutilizar y reciclar, apostar por el transporte público... Son pequeños gestos. Pero cada uno debe poner su granito de arena. Por pequeño que sea, siempre suma.