Opinión
Por
  • Victoria Lafora

Demasiado perejil

Yolanda Díaz.
Yolanda Díaz.
EFE

LA LIDER de Sumar, Yolanda Díaz, a quien el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, describió como el “perejil de todas las salsas”, se ha lanzado a una campaña de presencia ubicua. En un intento de buena voluntad por allanarle a Pedro Sánchez el arduo camino para convencer a la ciudadanía de que la amnistía es magnífica, está consiguiendo incomodar a nacionalistas e independentistas.

Primero viajó a Waterloo, para entrevistarse con Puigdemont, cuando en el PSOE las exigencias del fugado eran impronunciables. Luego, la vetada palabra “amnistía” formó parte de sus intervenciones públicas y ahora ha organizado un acto en Barcelona para exponer el informe de sus juristas sobre el encaje constitucional de la medida de gracia.

Curiosamente, ningún representante de Junts y de ERC acudieron al acto. Sí lo hizo el representante de la asociación independentista Omnium Cultural. Precisamente, esta entidad, que de forma tan entusiasta participó en los altercados callejeros que rodearon la declaración de independencia, elaboró un argumentario sobre las ventajas de la amnistía que los expertos de Sumar han utilizado como base para su dictamen. No es extraño, pues, que Yolanda Díaz saludara con la cordialidad que le es habitual, al exconsejero Quim Forn, sentado en la segunda fila y miembro destacado de Omnium.

Tanto protagonismo público está creando ansiedad en el PSOE, que se ha tomado con calma y absoluto secretismo sus negociaciones con el independentismo. Cuando la consigna a sus dirigentes es guardar silencio, Yolanda Díaz y los suyos no paran de vender las ventajas de aceptar el chantaje de Puigdemont con un ansia por reeditar el Gobierno de coalición inocultable.

De momento, PNV y ERC rechazan su mediación y prefieren relacionarse directamente con Sánchez. Entre otras cosas, porque Moncloa ya ha dictaminado que el plan de Sumar no es el suyo. Incluso la consejera de Presidencia, Laura Vilagrá, de ERC, calificó el acto público en Barcelona de inoportuno porque “no parece la mejor manera de contribuir a una negociación discreta”. Y como a Junts si le ha gustado, en esa carrera por ver quién llega más lejos en sus exigencias, Esquerra pide ahora el traspaso de las Cercanías Catalanas y más dinero.

Mientras, Sánchez sigue con sus encuentros en Moncloa, pero ninguno de sus interlocutores, hasta ahora, le ha asegurado que podrá contar con sus votos. De ahí que no se atrevan a dar una fecha, ni aproximada, para la sesión de investidura. Todo hace pensar que el solemne juramento a la Constitución de Leonor de Borbón se hará con un Gobierno en funciones.