Sin previo aviso

EL MINISTERIO ha enviado migrantes procedentes de Canarias a la provincia de Huesca sin previo aviso a las administraciones que han tenido que activar de inmediato los mecanismos para atender a estas cerca de 200 personas. Aunque se trata de una medida de urgencia, para dar respuesta inmediata a la situación de emergencia ante el repunte migratorio en el archipiélago, nada justifica el que no se comunique y no se acuerde el procedimiento con las instituciones y los lugares de acogida. Eso sí, una vez aquí, hay que procurarles un buen recibimiento.

Los vecinos de Sabiñánigo ya se preguntan de dónde han salido tantos subsaharianos que, alojados en el albergue de Pirenarium desde la madrugada del martes que llegaron, salen a darse algún paseo por la localidad. A la capital serrablesa han enviado a 145 hombres, todos mayores de edad, según informan desde las administraciones, mientras que a la capital oscense también han llegado un total de 50, también hombres y mayores de edad, ubicados en las instalaciones del antiguo Hotel Montearagón, ya en el municipio de Quicena. En ambos casos, la Asociación Apic Acam ha gestionado los alojamientos, en espacios que ya acogieron en su momento a los refugiados ucranianos.

Aragón debe ser una comunidad solidaria y lugar de acogida, del mismo modo que lo fue con los ciudadanos procedentes de Ucrania tras el inicio de la guerra, pero se deben activar los protocolos e informar a tiempo para evitar dificultades tanto para las administraciones como para los propios migrantes. En principio, en Sabiñánigo permanecerán durante un mes, ¿y qué pasará después? No es fácil dar respuesta a estas emergencias, pero cuanta más coordinación exista entre las administraciones y más información tenga la ciudadanía más garantías de éxito.