Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Conservar la historia

Alumnos entrando en el IES Ramón y Cajal, de Huesca capital.
Alumnos entrando en el IES Ramón y Cajal, de Huesca capital.
D. A.

CONSERVAR y difundir el legado histórico que llega a nuestros días es una obligación como sociedad. Sin embargo, la falta de recursos económicos hace que se tengan que establecer prioridades y no se pueda llegar a todo. No obstante, en ocasiones hay patrimonio o fondos históricos que pasan más desapercibidos porque nadie repara especialmente en ellos o se empeña en cambiar la dinámica. El IES Ramón y Cajal, el instituto público más antiguo de la provincia, cuenta con un rico patrimonio y quiere cambiar la “historia”. Por un lado, una parte procede de la antigua Universidad Sertoriana y, por otro, a partir de 1845 se añadieron materiales pedagógicos al ser convertida en Instituto Provincial, ahora uno de los llamados institutos históricos, una condición que seguro muchos altoaragoneses desconocen.

Cuenta con un museo de Ciencias Naturales, integrado dentro de la red de Museos de España. Por ello, no se puede decir que nunca se le haya prestado atención, pero quizá no la suficiente porque no existe personal dedicado al cuidado de sus fondos, aunque los profesores le dedican el tiempo que pueden; ni a su restauración, aunque la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Aragón en Huesca ha trabajado en alguna de sus obras; ni cuenta con un presupuesto para mejorar la conservación y la exposición que, por otra parte, tampoco tiene un horario de apertura, aunque sí hacen visitas guiadas concertadas. Ahora, el IES Ramón y Cajal se prepara para acoger el Congreso Nacional de Institutos Históricos en 2024, una buena excusa para conocer su legado y a los altoaragoneses ilustres, como el propio Ramón y Cajal, que se formaron allí.