Servicio sanitario no urgente

LA CALIDAD de un sistema sanitario se mide por medio de muchos parámetros pero, sin llegar a los tecnicismos, los usuarios habituales piensan en la demora en ser atendidos, en la atención una vez en la consulta, en el acierto del diagnóstico y en el seguimiento hasta el final. Así es para la mayoría de la población, pero hay una parte para la que lo fundamental es poder llegar a la consulta, a su análisis o a su rehabilitación. Para mayores que viven en residencias o personas con discapacidad, llegar a la consulta es más complicado y se soluciona con el transporte no urgente. Sin embargo, unos 100 usuarios de la provincia carecen ahora de servicio de ambulancia. Ahora, hay una huelga activa, aunque con escaso seguimiento según los trabajadores. Estos últimos achacan la situación a que la empresa se “escuda” en ella para “abaratar gastos” porque el contrato expira en febrero del próximo año, mientras que la concesionaria no se pronuncia.

Por su parte, el Gobierno de Aragón ya ha consignado 1,6 millones de euros para mejorar el servicio, que se reflejará en los nuevos pliegos que se van a redactar. Aunque no puede interferir en el conflicto laboral, sí puede exigir el cumplimiento del contrato y sancionar a la empresa.

En cualquier caso, hay que buscar soluciones para evitar que se mantenga esta situación hasta que haya una nueva concesión. No puede ser que los usuarios estén pagando la situación, ya que estos meses pueden ser cruciales para la evolución de algunos de ellos. La solución no es ni que los lleven sus familiares ni que tengan que pagarlo de su bolsillo, sino que se preste el servicio al que tienen derecho como usuarios del transporte no urgente.

Diario del AltoAragón