Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Invertir en la nieve

Así de animada ha estado la estación de Aramón Formigal, este domingo.
Estación de Aramón Formigal durante la pasada temporada
Grupo Aramón

EL inicio de la temporada de nieve todavía no tiene fecha exacta en las pistas de esquí alpino del Pirineo, a la espera del tiempo y de lo que permita innivar hasta el último momento. Con todo, el puente de la Constitución acostumbra a marcar el comienzo de una campaña que ya está preparada y que se presentó ayer en Madrid, donde se dio a conocer que Aramón ha invertido más de seis millones de euros para dejar a punto las pistas para este invierno 2023/2024. Eso supone la reinversión de beneficios, que en los últimos seis años han alcanzado los 20 millones de euros. Con estos datos, las previsiones es dar empleo de forma directa a 1.000 personas y la generación de un gasto inducido de más de 200 millones de euros.

La nieve es uno de los principales motores económicos de esta provincia, y en el Pirineo son especialmente conscientes de la necesidad de que los remontes estén en marcha para que todo el conjunto de la economía del entorno siga funcionando como parte de un engranaje del que penden muchos negocios y, por lo tanto, muchas familias.

Por ello, además de las inversiones necesarias para seguir manteniendo unas instalaciones actualizadas y competitivas con otros dominios nacionales y del resto de Europa, es preciso no olvidar la necesidad de desarrollar un plan de la nieve a corto y medio plazo, como se ha puesto de manifiesto en los últimos años. En este, tendrá que contemplarse una propuesta sostenible medioambiental y económicamente para la unión de las estaciones, como una garantía de competitividad. Que empiecen los remontes a funcionar, pero que la marcha diaria no despiste de la necesidad de garantizar el futuro de los valles pirenaicos.