Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Los caminos de la integración

Exposición del trabajo del Grupo ZheBRA, el taller de arte Valentia.
Exposición del trabajo del Grupo ZheBRA, el taller de arte Valentia.
Laura Ayerbe

¿ESTO ES ARTE? ¿Qué representa? Es único? ¿Es un juego? Esta son algunas de las preguntas que podría realizarse cualquier visitante que se adentre en la exposición que conmemora los diez años de trabajo del Grupo ZheBRA, el taller de arte Valentia, que se puede visitan en la sala de la Diputación Provincial de Huesca. Las respuestas de diferentes profesionales del ámbito artístico invitan a reflexionar, pero cada uno puede obtener las suyas simplemente disfrutando de la autenticidad creativa de las obras de usuarios, que han experimentado el poder del arte como medio de expresión para explorar su capacidad creativa. Y la respuesta (sin miedo a revelar conclusiones) es que es arte bruto, sin influencias ni condicionantes. Se nota en el resultado, en esta selección de 140 obras de entre las más de 2.400 realizadas durante esta primera década, que generan disfrute estético y transmiten emociones. No hace falta explicar nada, porque las piezas hablan por sí solas.

El proyecto tiene un gran trasfondo, porque el Grupo ZheBRA, con Eduardo Cajal a la cabeza, “ha transformado Valentia”, asegura la gerente de la entidad, Sara Comenge. “Nada de lo que encuentras en esta exposición es ordinario. Entras en un territorio salvaje, poético, desconocido. Entras en un bosque, quizá hasta te aparte el camino. Y como pasa en los cuentos, encuentras lo inesperado”. Con estas palabras de la narradora oral Magda Labarga recibe al visitante. Aquí ya no se puede hacer espóiler, pero sí recordar cómo se ha llegado a esto, gracias a un proyecto artístico innovador que ha abierto un nuevo camino, ha revolucionado la intervención social y que ha conquistado la sala de la Diputación.