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La hostelería al completo

El Lillas Pastia de Carmenlo Bosque fue el primer restaurante aragonés en obtener esta distinción.
El Lillas Pastia de Carmenlo Bosque fue el primer restaurante aragonés en obtener una estrella Michelin.
Pablo Segura

YA ES DIFÍCIL encontrar un restaurante para celebrar las fiestas navideñas en familia o con amigos, ya que hasta un 80 % de las reservas se realizaron incluso el año pasado y el resto ya se ha ido ocupando en las últimas semanas. Es un buen momento para el sector, que intenta contener los precios, conscientes también de la situación de las familias, afectadas igualmente por la inflación.

Los cambios sociales, aunque se producen lentamente, acaban teniendo un reflejo en el mercado y, en la hostelería, ya se nota. Cada vez son más las familias que eligen un restaurante para sus encuentros por diversas razones, por falta de habilidades culinarias, por falta de tiempo para realizar los preparativos, por falta de espacio en las casas o, simplemente, porque les gusta disfrutar de las especialidades de los restaurantes, de una provincia que cuenta con muy buenos establecimientos, algunos de ellos con la distinción Estrella Michelin.

En estas fechas se está experimentando un imparable aumento de la demanda, pero la hostelería sigue con la dificultad de encontrar profesionales formados, en un sector en el que es inevitable trabajar los fines de semana y los festivos.

Otro de los cambios que se ha experimentado en los últimos años es la tendencia a cambiar las cenas por las comidas, porque así se aprovecha para continuar con el ‘tardeo’ y para enlazar con las copas. Esta moda tiene cada vez más adeptos, ya que permite contar con horas por delante de conversación o bailes sin trasnochar. Como ejemplo, el vermú el día 24 en la capital oscense. El ocio está cambiando y la hostelería se adapta a las nuevas realidades.

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