Una tierra de oportunidades

EL AÑO COMIENZA con una buena cifra: Huesca capital supera por primera vez los 55.000 habitantes. Durante muchos años el dato se situaba en torno a los 45.000 habitantes y llegar a los 50.000 parecía lejano. La población comenzó a aumentar al inicio de este siglo y la ansiada meta se alcanzó en los datos de 2008. Desde entonces, con altibajos, en 15 años se ha conseguido un nuevo hito. En esta cifra global cabe destacar el incremento de un 1,3 por ciento de la población en el último año, pero también que por segundo año consecutivo ha crecido el número de vecinos de 21 a 40 años. Este dato marca un cambio de tendencia, ya que en el conjunto de la última década el grupo de población ha descendido un 9,8 %. Por ello, aunque la cifra es buena queda mucho trabajo por hacer para revertir la pérdida de habitantes de entre 20 y 39 años que han apostado por vivir en otro lugar.

Huesca debe ser, y no solo serlo sino que lo perciban así los jóvenes, una tierra de oportunidades. Dejar de verse como la capital donde simplemente se vive bien, a veces como sinónimo de cómodo, para presentarse como lo que también es, en muchos ámbitos, una tierra de oportunidades. Un lugar donde se viva bien no solo por que sea la ciudad donde todo está cerca o donde uno ha nacido y tiene a su familia y amigos, sino por que cualquiera pueda desarrollarse profesional y personalmente. La alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, llegó al consistorio con el reto de ofrecer oportunidades a los jóvenes para que amen su ciudad y quieran quedarse en ella. Aunque sea una carrera de fondo, es la mejor fórmula para que la capital tenga un gran desarrollo socioeconómico y una gran calidad de vida.