Un cambio en la capital

El derribo de la antigua sede de la Peña Os Casaus, anteriormente un concesionario, o del edificio anexo donde estuvo la Peña Zoiti marcó ayer un antes y un después en el urbanismo de la capital oscense. La demolición de estas viejas construcciones, que forman parte ya de la memoria colectiva de los oscenses de varias generaciones, deja paso a la apertura de una nueva era, a la urbanización de este polígono para la construcción de 1.300 viviendas.

Este plan cerrará una cicatriz urbanística en la ciudad, que se abrió tras la explosión de Harinas Porta, el 14 de abril de 2005, por la que fallecieron cinco personas y otras 14 resultaron graves. Tras el accidente, se acordó el traslado de las harineras -también estaba Harinas Villamayor- fuera del casco urbano de la ciudad y ahí comenzó un largo proceso, desbloqueado recientemente, y que llevará a los primeros vecinos a vivir allí en 2026.

Todavía quedan algunas naves con actividad, a las que han dado unas semanas más para mudarse definitivamente, ya que tiene que quedar todo expedito para iniciar la urbanización, cuya licitación saldrá a principios de febrero con un coste de 10 millones de euros. Los trabajos para dejar preparados todos los terrenos donde se irá levantando este polígono residencial se realizarán al mismo tiempo que la construcción de los dos primeros bloques con 100 viviendas, impulsados por Inmobiliaria Buil y Harineras Villamayor, con la marca Promovilla, a los que se irán sumando nuevas promociones. Con el sonido de las excavadoras, vuelve la vida a unos terrenos que permitirán que la capital vuelva a crecer desde el interior y que su corazón lata con más fuerza.