Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Doce siglos de historia

Imagen del solar.
Tramo de la muralla de Huesca.
Ayuntamiento de Huesca

La muralla de Huesca se remonta al siglo IX. Cuentan que fue allí donde murió el rey Sancho Ramírez alcanzado por una flecha mientras la estudiaba para preparar la reconquista. Llegó a tener 99 torres defensivas, de las que solo queda una y modificada; 2 kilómetros de perímetro recorriendo lo que actualmente conocemos como Ronda Montearagón, Coso Bajo, Coso Alto y Joaquín Costa; y siete puertas, las cuatro principales coincidiendo con los puntos cardinales, de las que solo una se conserva para el recuerdo, la Porteta. Precisamente en esta zona es en la que va a actuar el Ayuntamiento de Huesca en su plan por dignificar el patrimonio de la capital. Ayer se dio a conocer la compra de varias parcelas situadas entre este punto y los aledaños de la plaza de toros con el fin de liberar la estructura y ponerla en valor.

No es la primera actuación que se prevé en la muralla de la capital altoaragonesa. Fue en 2006 cuando se declaró Bien de Interés Cultural de Aragón. Un año más tarde comenzaron los trabajos de recuperación de un símbolo de la ciudad para darle relevancia. Entonces arrancó esa nueva etapa para una infraestructura que rodea la Huesca antigua, un patrimonio que además es diferenciador y que puede suponer un atractivo más para visitar y conocer la ciudad y su historia. Con esta compra y los trabajos previstos se podrá reiniciar la recuperación de un bien patrimonial que lleva entre 12 y 13 años atascado. Justo un día antes de este anuncio, todos los partidos aprobaron una moción de Vox para potenciarla. Lo hicieron por unanimidad. Hay consenso, esperemos que pronto haya trabajos de restauración y puesta en valor.