Opinión
Por
  • Isabel Lasobras Pina

Prioridad para los comedores escolares públicos

Sindicatos piden que se asegure el empleo de los comedores escolares druante la crisis por el coronavirus
Sindicatos piden que se asegure el empleo de los comedores escolares druante la crisis por el coronavirus
D.A.

Los comedores escolares son espacios para seguir educando al alumnado y para que aprendan sobre los hábitos alimenticios. Es importante que comiencen, desde la infancia, a saber alimentarse, a conocer los productos alimenticios y las propiedades que tienen para poder avanzar hacia una nutrición más saludable de una manera correcta.

Por tanto, uno de los objetivos de las comunidades educativas y las instituciones públicas debería ser impulsar los cambios que permitan transitar hacia unos comedores escolares más educativos, más saludables, más ligados al territorio, más sostenibles y comprometidos con el sector primario local.

Es en el comedor donde muchos niños y niñas adquieren el gusto y los principales hábitos de consumo, así como el lugar donde interiorizan el concepto de ‘alimentarse bien’, promoviendo hábitos de alimentación saludable y previniendo la obesidad u otras enfermedades. Además se puede, desde los comedores escolares, favorecer el acceso a la alimentación de calidad de los colectivos más vulnerables y, por tanto, la democratización de la buena alimentación.

Además, se puede cuidar mejor la alimentación de los grupos con diferentes restricciones alimentarias por alergias, intolerancias o elección personal. Es, sin duda, una inversión pública en hábitos sostenibles y en salud, una herramienta útil para toda la vida.

Por estos motivos, es necesario impulsar en los comedores escolares aragoneses el uso de alimentos frescos y de temporada e incrementar, gradualmente, el porcentaje de productos locales y ecológicos, por ser los más respetuosos con el entorno natural y agrario y con la salud de los menores.

Igualmente se debe fomentar, a juicio de CHA, el comedor como parte del proyecto educativo del centro, en el que se trabaje la alimentación saludable y sostenible, y en el que participe toda la comunidad educativa, informando al alumnado de la procedencia de los alimentos empleados en los comedores, concienciando de la importancia del trabajo del sector primario. Hay que priorizar la cocina in situ frente a los sistemas de servicio de comidas y garantizar la cocina propia en los colegios de nueva construcción e instalarla en aquellos centros educativos que lo soliciten.

Se debe diseñar un protocolo de seguimiento y evaluación del servicio de comedor escolar, que permita la participación de las familias interesadas, así como el de otros compromisos adquiridos por las empresas en la fase de presentación de ofertas.

Es preciso, por parte del actual Gobierno de Aragón, atender las demandas para aumentar la plantilla de personal de cocina y de comedor para atender a todo el alumnado aragonés, especialmente al de necesidades especiales, y garantizar las condiciones laborales de estos trabajadores y trabajadoras.

Y, finalmente, dar respuesta a las dificultades de acceso a una adecuada alimentación escolar de los Centros Rurales Agrupados y las escuelas de zonas rurales, donde el comedor es deficitario y el número de comensales es más reducido. 

Isabel Lasobras Pina es secretaria General de Chunta Aragonesista (CHA) y Portavoz de CHA en la Comisión de Educación, Ciencia y Universidades de las Cortes de Aragón