Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Solo llueve

Tractores cruzando el puente sobre el río Ara en Fiscal
Tractores cruzando el puente sobre el río Ara en Fiscal
V. Allué

LOS TRACTORES siguen en marcha, pero en el asfalto. La cuarta jornada de las tractoradas colapsó los accesos a Zaragoza, a la capital oscense y a cabeceras comarcales. Las eternas filas de tractores siguen protagonizado las imágenes día tras día. El ruido ensordecedor de sus bocinas no se acalla, mientras tampoco se escuchan soluciones reales, a excepción de alguna medida paralizada desde Bruselas o de recibir mensajes de apoyo desde instituciones, incluso.

El campo se ha visto desprotegido, a la intemperie, no por el tiempo atmosférico, sino por las políticas agrarias que lastran su actividad. Todo no es mirar al cielo, sino llamar a la puerta que corresponde -y son una sucesión de instituciones UE, Gobierno central, autonómicos...- para que legislen teniendo en cuenta las particularidades de un sector muy plural tanto por el tipo de actividad como del territorio en el que se ubica. Sin embargo, dentro de esa variedad hay un grito compartido que pide por el futuro del sector, por mantener la competitividad, por garantizar la sostenibilidad tanto medioambiental como económica y por asegurar el relevo generacional, entre otras muchas demandas.

Esta especie de “rebelión” del campo español debe tomarse muy en serio y frenarse. Además, si algo da muestras de esperanza en todo esto es ver la cantidad de jóvenes, hombres y mujeres, que han apostado por continuar con la actividad de sus antepasados, en la mayoría de los casos, ya que otra de las quejas es que es difícil incorporarse desde cero. Al menos llueve y, mientras ellos siguen dando vueltas con el tractor, la tierra se va sazonando. Poco más se puede añadir a que urge el diálogo para consensuar soluciones.