Opinión
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  • Diario del Altoaragón

El nuevo Jai-Alai

Foto reciente del Jai Alai con la pancarta de la peña por la reapertura del local social.
Foto reciente del Jai Alai con la pancarta de la peña por la reapertura del local social.
Javier Navarro

DE NOCHES OSCURAS bajo las lágrimas de San Lorenzo, rock & roll del bueno y encuentros en blanco y verde se llenó el Jai-Alai de recuerdos de varias generaciones, que todavía permanecen en la memoria de miles y miles de oscenses y visitantes. Un lugar mítico para quieres lucen en su pañoleta el escudo de la Peña Alegría Laurentina, pero también para quienes visitaban la ciudad para disfrutar de las fiestas o llegaban atraídos por un atractivo cartel de conciertos. Esa historia se acabó y se quiere reeditar, pero son otros tiempos, otros tiempos en los que se han vivido desgracias en otras fiestas, en otras ciudades y otras edificaciones, de cuya experiencia hay que aprender para garantizar la seguridad.

La Peña Alegría Laurentina no quiere renunciar a reabrir un espacio mítico en el corazón de la ciudad para disfrutar de la terraza al aire libre o para sumergirse de nuevo en la música en un fundido a negro entre las paredes del salón. Por ello, va a presentar un informe al Ayuntamiento de Huesca, firmado por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Zaragoza, que avala la seguridad del espacio. El Consistorio oscense tendrá que revisarlo y certificar que es posible que pueda usarse de nuevo como centro de ocio, reunión y esparcimiento, en lugar de como local de ocio como había planteado el Ayuntamiento, ya que en esta calificación está la clave y la diferencia.

La Alegría Laurentina quiere recuperar un escenario de la historia de la ciudad, pero merece la pena que se revise y se le den las vueltas que sean necesarias para garantizar la seguridad conforme al uso que se acuerde. Solo de ese modo se podrá volver a disfrutar de las noches bajo una lluvia de estrellas.