A la mujer rural

EL FUTURO del medio rural será femenino o no será. Esta es una de las ideas que surgieron de la jornada de celebración de los 40 años de Afammer Alto Aragón, que reunió ayer en el Centro de Congresos de Barbastro a más de 400 mujeres. Y se puede decir que el presente ya es así e incluso el pasado, aunque no fuera visible. Gracias a aquellas mujeres que hace cuatro décadas lanzaron un grito, hoy se escucha la voz de muchas otras mujeres rurales que todavía echan en falta una mayor visibilidad y una igualdad que, en determinados ámbitos, queda por conquistar.

Julia Trillo, una ganadera de 26 años de Torres del Obispo, llama la atención cuando va con sus vacas a la montaña, sin ayuda de nadie. Sin embargo, son su pasión y aparcó su carrera como Educadora Social para dedicarse al vacuno. Su abuela trabajó igual durante años, pero hasta los últimos no fue titular de una explotación y su madre siempre se ha encargado de las labores administrativas. Sin embargo, es ella la que aparece por primera vez en la historia de su familia en los medios de comunicación contando anécdotas curiosas, pero sobre todo, reivindicando la importancia del papel que desempeña la mujer en los pueblos.

Afammer-Alto Aragón celebró ayer 40 años de lucha por visibilizar a la mujer rural. Gracias a aquellas mujeres que tuvieron la visión de unirse por una causa, hoy Julia puede contar su historia con la única finalidad de que deje de ser curiosa, de que las mujeres ganen presencia en muchos ámbitos. El trabajo de Afammer no solo sitúa en su lugar a la mujer, sino que pone en valor todo un medio de vida en torno a los pueblos que hay que preservar. ¡Enhorabuena!