Opinión
Por
  • Ignacio Maese Pérez

La escasez de agua, y la nula previsión de soluciones

Imagen de archivo del pantano de Vadiello el pasado noviembre.
Imagen de archivo del pantano de Vadiello.
D. A.

Cuando aparecen en las noticias la capacidad de agua acumulada en los pantanos, de entrada es un término equivocado: un pantano es un terreno hundido de fondo más o menos cenagoso y abundante vegetación donde las aguas se estancan de forma natural. Por tanto, hablaremos de embalses y agua embalsada.

Cuando nos informan intentando darnos o tranquilidad o desesperanza de la capacidad de agua embalsada nunca son reales. Esa capacidad se calculó cuando fueron construidos y con el paso de decenas de años se ha mermado por la sedimentación. La razón es obvia ya que se crearon en el mismo cauce de los ríos.

Un ejemplo para comprenderlo, es el embalse Joaquín Costa en Graus-La Puebla de Castro construido en 1932 y de una capacidad de 92 hm3. Cuando se trabajó para cambiar la compuerta en 1996 había menguado un 18 %. El Estudio en su Introducción empezaba: “La acumulación de sedimentos en los embalses constituye un grave problema para la gestión eficiente de un recurso limitado como el agua”. Hace 28 años, ya lo consideraban un grave problema.

El cambio climático desde entonces ha avanzado bastante con lo cual la erosión y sedimentación ha crecido considerablemente en una progresión ascendente. ¿Cuál será por tanto la capacidad de agua real embalsada? Lógicamente, no la de las noticias.

Planteamientos para una mejor gestión y embalsamiento del agua podría pasar por construir embalses fuera del cauce de los ríos con compuertas que desvíen las grandes avenidas y las encaucen a esas nuevas presas. Ello a su vez, podrían crear nuevos acuíferos subterráneos. Es …¿imposible?.

En los años 70 y ante el siempre peligroso Mar del Norte, los habitantes de Holanda (Nederlander significa “tierras bajas” debido a que una tercera parte del país está por debajo del nivel del mar), emprendió un programa llamado Plan Delta, un gigantesco proyecto con un plazo de ejecución de cincuenta años que le declaraba la guerra al mar. En 1986, después de 10 años, finalizó oficialmente el proyecto, pero las obras nunca se han detenido. ¿Es imposible encauzar un río con tecnologías mejoradas 50 años después? Ellos lucharon contra el Mar del Norte y la obra más destacada del plan delta, Oosterscheldekering, está considerada una de la siete maravillas del mundo moderno según la American Society of Civil Engineers, por si sirve de inspiración…

Otro ejemplo y otro mar que siempre son imprevisibles: el Adriático y Venecia. Diseñado por primera vez en 1984, el proyecto Mose es una serie de 78 puertas retráctiles estacionadas en las tres entradas de la laguna de Venecia -Lido, Malamocco y Chioggia- conectadas entre sí por una isla artificial donde se encuentran los sistemas de manipulación. Cuando se prevé una marea particularmente alta, las barreras se levantan temporalmente, impidiendo que el mar Adriático se adentre en la laguna. El sistema está pensado para proteger a la ciudad de mareas de hasta tres metros. El sistema MOSE, se estrenó en octubre de 2020 y consiste en una serie de diques hidráulicos que cierran las tres bocas que unen la laguna veneciana con el mar en los días en que las mareas crecen por encima de los 110 centímetros, impidiendo así la llegada del agua a la capital del Véneto. ¿Es imposibles crear nuevas infraestructuras fuera de cauce a embalses cada vez más colmatados de sedimentos?

Hay algo fundamental y reconocido, que nuestro país está avanzando a pasos agigantados hacia la desertización, y hay escasez de acuíferos subterráneos, embalses y agua de boca. Ya es hora de emprender proyectos para que en unos años, que no serán pocos, podamos paliar en parte ese grave déficit que es no disponer de agua, que ya sufrimos.