Opinión
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  • Diario del AltoAragón

El turismo planta cara al temporal

Salto de Bierge
Salto de Bierge
S.E.

EL SONIDO de esta Semana Santa no ha sido el de los tambores, aunque las lluvias tampoco han conseguido acallarlos por completo. Esos golpes de pasión se han convertido en silencio, en llantos o en toques más amargos, que no han podido tener la cadencia acostumbrada en sus lugares habituales. El verdadero sonido de esta Semana Santa ha sido el de la lluvia en la ventana o en el parabrisas, el del granizo esporádico, pero sobre todo el de la bravura de los ríos, que se han convertido en todo un espectáculo para los turistas que han visitado la provincia.

El turismo ha hecho frente al temporal con una ocupación superior al 80%, a pesar de que también registraron cancelaciones. La borrasca Nelson ha descargado mucha agua, pero sin tener que lamentar graves daños en la provincia, y ha permitido disfrutar a los esquiadores de la abundante nieve en las pistas de esquí del Pirineo.

Cualquier barranco se ha convertido en una magnífica cascada, los grandes ríos como el Gállego o el Cinca bajan de lado a lado y los embalses tienen que abrir sus compuertas porque ya no pueden almacenar las aguas. Ayer fueron muchos los turistas que se sorprendieron con las sueltas de agua en los embalses de Mediano o El Grado, donde en este último se abrieron las tres compuertas, dejando un espectacular salto. Después de meses de sequía, incluso Vadiello se ha recuperado tanto que se encuentra al 92 %, lo que asegura el abastecimiento de agua a la capital oscense y a los municipios de su entorno, de forma de abastece a cerca de 70.000 habitantes. Con todo, hay alerta y se pide extremar la precaución ante la crecida inesperada de los cauces.