Opinión
Por
  • D. A.

El Plan Director de la Catedral

Fachada sur de la Catedral de Huesca
Fachada sur de la Catedral de Huesca
Laura Ayerbe

LA PIEDRA con la que se construyó, la erosión en los pináculos -también tallados en ese material y afectados hace años por los excrementos de las cigüeñas-, o la fachada sur, donde luce una red para evitar daños personales por el riesgo de desprendimientos, son algunas de las ‘emergencias’ de la Catedral de Huesca que espera contar en breve con un Plan Director que marque las actuaciones que deben realizarse. De momento, dicho documento se retrasará unos meses más debido a la prórroga solicitada por la empresa que lo realiza.

Ha presentado ya dos partes del proyecto, pero queda una tercera, y aunque todavía no se puede hablar de cifras, del presupuesto que supondrá la actuación, sí han adelantado que podría realizarse en unos diez años, dependiendo de la posibilidad de conseguir esos fondos o de cómo se vayan desarrollando los trabajos. También, que en el Plan Director se van a establecer por fin las prioridades para actuar en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. El templo, en lo más alto de la ciudad y con una fachada principal despejada, cautiva a los visitantes. El altar mayor, retablo del escultor valenciano Damián Forment; las bóvedas góticas de su techo; la torre, a la cual se puede acceder para obtener unas vistas impresionantes de la ciudad o el Cristo de los Milagros, al que tanta devoción procesan en la ciudad, son algunos de los más destacados de un templo que lleva años urgiendo una actuación. Este documento, que finalmente estará antes del verano, marcará esas actuaciones encasillándolas en importantes, urgentes o de emergencia. Ahora habrá que luchar para que la financiación no tarde tanto en llegar como el Plan Director. l

Diario del AltoAragón