Orgullo aragonés

EL DÍA DE ARAGÓN es el momento para reivindicar el potencial de una tierra que avanza cimentada en los principios de su historia, pero con la fuerza de sus gentes. Estos son su principal valor, el capital humano, como apuntó en su discurso del acto de celebración del Día de Aragón en Huesca, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, quien llamó a la unidad y apeló al orgullo de ser aragonés. En torno a este día, se ensalza nuestra riqueza cultural así como el reconocimiento a los aragoneses que han contribuido a su desarrollo, tal y como se vio ayer con la Medalla a Vicente Ascaso.

Fue en 1461 cuando las Cortes Generales, reunidas en Calatayud, acordaron la celebración del 23 de abril, para que fuera “perpetua, guardada, observada e celebrada solemnemente”. Y, en 1978, fue cuando la primera Diputación General de Aragón de la democracia aprobó declarar el 23 de abril como Día de Aragón. Su primer presidente, Juan Antonio Bolea Foradada, fallecido en 2021, estuvo muy presente ayer en el acto institucional de celebración del Día de Aragón en Huesca, en el que su familia firmó con el presidente de Aragón, Jorge Azcón, la donación de su biblioteca y archivo, entre los que se encuentran elementos muy simbólicos y que formarán parte de un gran archivo de la Diputación General de Aragón. Fue la excusa para recordar su creación así como la valentía de Bolea Foradada de romper la disciplina de su partido por el trasvase del Ebro y finalmente su dimisión al no aceptar la inclusión de dos velocidades para el desarrollo autonómico en la Constitución. Hoy, Azcón reivindica la igualdad con el resto de comunidades así como “un país unido en la diversidad”. El espíritu de San Jorge debe seguir vivo.