Opinión
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  • Diario del AltoAragón

El apoyo de la reina Sofía

Doña Sofía junto a Julia Lera, Lorena Orduna, Isaac Claver y José Carlos Campo.
Doña Sofía junto a Julia Lera, Lorena Orduna, Isaac Claver y José Carlos Campo.
Laura Ayerbe

LA VISITA de la reina Sofía al Banco de Alimentos de Huesca ha dejado muy buenas sensaciones en la ciudad, por su cercanía. Tras reunirse con sus responsables, así como con los representantes del Ayuntamiento, Diputación Provincial y Gobierno de Aragón, su Majestad visitó las instalaciones en el polígono Monzú pero, sobre todo, quiso conocer una a una a cada una de las personas voluntarias que colaboran de forma desinteresada por la entidad. Nada de esto tendría sentido sin las personas, las que necesitan y las que prestan el apoyo. La reina demostró, una vez más, su preocupación por el bienestar de las personas, y estuvo cerca y se fotografió con todos: voluntarios, empresas colaboradoras e incluso medios de comunicación. Su presencia causó una gran expectación en el polígono, lo que demuestra el cariño que tiene la ciudadanía a su figura y, por extensión, a lo que representa la Casa Real. Pero su visita a Huesca tiene un mayor calado.

Solo la presencia de la reina Sofía habla de la importancia de la acción solidaria de una entidad que ayuda a muchas familias en dificultades. Trabajó duro durante la pandemia o durante la guerra de Ucrania, pero aunque estos momentos son reseñables, no hay que olvidar su acción callada del día a día.

La reina Sofía estuvo muy atenta a las explicaciones de cómo trabajan y también se fijó en un detalle, en que no había productos frescos porque carecen de una cámara frigorífica, por lo que se comprometió a solucionarlo. Esa atención que se ha prestado siempre a las entidades sociales desde la Casa Real también ha contribuido a un mayor reconocimiento entre la ciudadanía, que tiene que ser consciente del imprescindible papel que juegan y prestar su apoyo.