El acceso a la vivienda

EL ACCESO a la vivienda ha sido históricamente una de las aspiraciones de la humanidad, pero en las últimas décadas, tras una construcción desaforada, una escalada de precios y un sobreendeudamiento, que acabó en una gran crisis en 2008 por el estallido de la burbuja inmobiliaria, se ha revelado como una de las máximas preocupaciones de la ciudadanía y de la clase política. Hoy, el problema es diferente, pero el acceso a la vivienda es complicado.

Entonces era tan sencillo acceder a una, con la concesión de préstamos que superaban incluso el precio, que muchos compradores sobrevaloraron sus posibilidades en un entorno social en el que no era difícil creerse que uno podía comprarse un piso e hipotecarse durante 30 o 40 años con sueldos medios. Hoy, con lo que sucedió después con los pisos y las entidades bancarias que tuvieron que asumir muchos impagados, ya no es tan fácil conseguir una hipoteca. Pero ni los pisos son más baratos que entonces ni los salarios son mucho más altos, por lo que el acceso a la compra e incluso también al alquiler es un sueño inalcanzable para muchos jóvenes.

Por ello, administraciones públicas como la Diputación Provincial de Huesca han presentado su Plan de Vivienda para favorecer la creación de vivienda pública y la emancipación de los jóvenes en municipios de menos de 3.000 habitantes. La DGA está construyendo las viviendas de La Merced y el Ayuntamiento de Huesca ha impulsado los trámites para la construcción de 90 PA en Los Olivos. Estos planes, y algún otro más, evidencian la voluntad de dar soluciones al problema, en el que inciden variables que exceden el ámbito municipal