Sociedad

INVESTIGACIÓN

Investigadores de la UZ estudiarán los tumores pediátricos más mortales

Europa destina 800.000 euros para tratamientos del neuroblastoma y el glioma difuso

Investigadores de la UZ estudiarán los tumores pediátricos más mortales
Investigadores de la UZ estudiarán los tumores pediátricos más mortales
U.

ZARAGOZA.- Ingeniería y medicina es la suma de un proyecto liderado por el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (A3A) de la Universidad de Zaragoza basado en la aplicación de la inteligencia artificial para el tratamiento de dos tipos de cáncer infantil: el neuroblastoma y el glioma difuso.

El equipo liderado por el catedrático Manuel García Aznar e integrado por las profesoras María Ángeles Pérez y María José Gómez, del departamento de Ingeniería Mecánica en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura, forma parte del campus público aragonés que participará en el proyecto europeo Primage dentro de un consorcio junto con otros 15 socios para crear un banco de imágenes obtenidas con técnicas de inteligencia artificial.

De los 10 millones de euros de financiación europea que ha obtenido el consorcio, 800.000 se destinan al equipo aragonés para estudiar los tumores pediátricos más mortales, como el neuroblastoma y el glioma difuso de troncoencéfalo, mediante el desarrollo de métodos de análisis computacional.

Con este dinero, además del desarrollo de los métodos de análisis computacional, se contratarán cuatro científicos (dos doctorados y dos predoctorados) hasta 2022, fecha hasta la que se extiende la investigación, recién iniciada.

Se trata, explicó el viernes García Aznar en una rueda de prensa, de diseñar "una herramienta de apoyo al clínico que facilite la toma de decisiones sobre el tratamiento más adecuado, sobre todo cuando hay complicaciones o dificultades".

El objetivo espredecir, mediante un modelo de imágenes en el ordenador, cómo evoluciona el tumor ante diferentes tipos de tratamiento.

Para ello se van a introducir datos de biopsias, del tumor y genéticos de hasta doscientos pacientes que han padecido estos dos tipo de cáncer pediátrico.

"Aunque probablemente doscientos casos no van a ser suficientes", la cuestión, según García Aznar, es "dar un pasito adelante" porque se trata de una línea novedosa.

En este sentido, el director de este proyecto, fruto de la colaboración investigadora que mantenía la profesora María Ángeles Pérez con el Hospital La Fe de Valencia, ha reconocido que uno de los objetivos es "poner la tecnología actual al servicio del cáncer", algo que los hospitales "no están acostumbrados a utilizar".

Según García Aznar, el proyecto acaba de empezar y es necesario esperar a ver "el impacto final" y si el modelo que se va a crear con los datos que ya se conocen es capaz de predecir la evolución del tumor y de este modo poder aplicar el tratamiento más adecuado a estos dos tipos de cáncer.

El neuroblastoma es el tumor extracraneal más habitual en niños. Es poco frecuente, pero cada año en Europa se diagnostican unos 35.000 casos nuevos de niños y adolescentes. Uno de cada 300 recién nacidos desarrollará un cáncer antes de alcanzar los 20 años. En España se diagnostican alrededor de unos 1.000 casos por año.

El principal problema de este cáncer, como dijo María Ángeles Pérez, es que aunque aparece en glándulas suprarrenales tiene un alto índice de metástasis, por lo que esta investigación permitirá averiguar en qué órgano está.

El neuroblastoma representa de un 8 a un 10 % de todos los casos de cáncer pediátrico y se caracteriza por su gran heterogeneidad biológica, clínica y de supervivencia, en torno al 80 %.

El glioma difuso es un tumor muy poco frecuente en la infancia, con una baja supervivencia, menor del 10 %. Se considera que no hay tratamiento curativo y que la radioterapia (tratamiento estándar) es paliativa ya que se prima la calidad de vida del paciente. De este tumor, que por su localización en el tronco encefálico no es biopsiable, se diagnostican unos 16 pacientes al año en España. Representa el 2,5 % de pacientes infantiles oncológicos y el 13 % de los tumores pediátricos del sistema nervioso central (SNC).