Pedro Pablo Ortiz Remacha: "La glándula tiroides interviene de forma muy variada en el organismo"

HUESCA.- Doctor en Medicina, especialista en Endocrinología y Nutrición y profesor titular de universidad, Pedro Pablo Ortiz Remacha ofrecerá este jueves, a las 19:30 horas, en el Centro Cultural Ibercaja de Huesca, una conferencia titulada Aprende a conocer tu tiroides. ¿Qué pasa si tengo nódulos? La glándula tiroidea, "aunque es pequeña de tamaño, interviene en nuestro organismo de forma muy variada. Regula el metabolismo basal (importante en el control del peso), actúa en el corazón, el aparato digestivo, el crecimiento, la capacidad de concentración y memoria o el estado anímico", entre otras cosas.

Un fallo en esta glándula puede implicar dos tipos de enfermedad: hipotiroidismo e hipertiroidismo. En el primer caso, "la glándula produce menos hormona y el paciente tiene mucho sueño, frío, aumenta de peso, retiene líquidos, tiene estreñimiento, rinde peor física e intelectualmente y se encuentra deprimido anímicamente". En el hipertiroidismo sucede todo lo contrario, "hay más hormona y el paciente tiene taquicardia, insomnio, diarrea, pérdida de peso, se encuentra muy nervioso y le tiemblan las manos".

Ante síntomas de este tipo, este especialista recomienda estar atentos "para intentar diagnosticar cuanto antes el mal funcionamiento del tiroides".

Un mal funcionamiento de esta glándula afecta al día a día del enfermo, pero también se puede dar otra circunstancia y es que en el tiroides se localicen nódulos que, normalmente, "el médico detecta con la palpación del cuello, siendo la ecografía la que confirmará o no esta sospecha, así como el tipo de nódulos encontrados. Cuando el paciente al maquillarse o afeitarse nota un bulto en el cuello, los nódulos son ya de gran tamaño y hay que acudir al especialista".

A la hora de tratar estos nódulos, que también tienen "un componente genético", hay que tener en cuenta "el tamaño, la cantidad, dónde se sitúan y su crecimiento. Cuando son grandes se solicita una punción para saber si son benignos o no. Los sospechosos de malignidad deben tratarse siempre con cirugía. Los benignos nos dan más tiempo para decidir qué hacer". Asimismo, las nuevas tecnologías permiten tratamientos alternativos como "técnicas de ablación térmica basadas en la aplicación de calor directamente en el nódulo benigno. El láser y la radiofrecuencia son mínimamente invasivas al necesitar una aguja de punción en el nódulo. "Los ultrasonidos (HIFU: High-Intensity Focused Ultrasound), son la alternativa NO invasiva ya que "atravesando la piel, concentran en el nódulo temperaturas de hasta 85ºC, destruyendo las células y reduciéndolo de tamaño. Al atacar directamente al nódulo tiene la enorme ventaja de no alterar el resto del tiroides en buen estado". Este tratamiento se está desarrollando en Zaragoza, Madrid y Barcelona "con resultados muy prometedores tanto en tiroides como en otras patologías".