Sociedad

LA ENTREVISTA

Leandro Martínez Arribas: "Me gustaría que la gente tuviese más empatía con las personas sordas"

Es el ganador del III Concurso de Relatos Cortos de la Asociación de Hipoacúsicos de Huesca por su obra "En rojo"

Leandro Martínez Arribas: "Me gustaría que la gente tuviese más empatía con las personas sordas"
Leandro Martínez Arribas: "Me gustaría que la gente tuviese más empatía con las personas sordas"
D.A.

HUESCA.- Leandro Martínez Arribas, natural de Valladolid, ha conseguido el primer premio del III Concurso de Relatos Cortos de la Asociación Hipoacúsicos de Huesca por su obra En rojo, un texto que cuenta "un drama, porque hay un accidente que se podía haber evitado y que se produce por un desconocimiento que se extiende a toda la sociedad".

El propio autor, funcionario de profesión, detalla así el contenido de esta obra que plasma el atropello de una chica sordociega "que cruza en rojo ya que no oye las señales auditivas y no ve tampoco las luces". El ganador recogió hace unos días este premio en el salón azul del Casino de Huesca, donde se leyó un pequeño fragmento de este relato cargado de fuerza. "Hablo de un tema que me llega mucho a mí y a mi esposa. Nosotros somos sordos pero estamos de voluntarios en una asociación de sordociegos, que es mucho peor, y el relato habla de esas dificultades", comenta.

Explica que los sordociegos llevan un bastón blanco y rojo, pero eso es algo que se desconoce. "Cuando veas una persona con bastón blanco y rojo para el coche, no le pites porque no te va a oír y no le eches luces porque no te va a ver", advierte.

Ante su condición de hipoacúsico, Martínez siente una empatía especial por las personas sordociegas, a quienes ayuda desde su labor de voluntario en la Asociación de Sordociegos Castilla y León (ASOCYL).

"Hay sordociegos que están en su casa y son como vegetales, pero necesitan salir y ver a través de un intérprete o de su mediador y en mi relato hablo un poco de todo esto", explica.

Su solidaridad con estas personas es un buen ejemplo para toda la sociedad. Dice que las personas con problemas auditivos también tienen una serie de necesidades que no están cubiertas y que se ven afectadas por un desconocimiento generalizado. "Yo he tenido dificultades de oído desde pequeño y muchas en el colegio y en el trabajo, pero al ser una discapacidad que no se ve parece que no necesito ayuda y no es así", indica. Como ejemplo, dice que los audífonos que utiliza cuestan unos 2.000 euros, que debe pagar de su propio bolsillo porque no hay ayudas para ello.

Su vida cotidiana, continúa, no es igual a la de los demás. "No podemos llamar por teléfono, no voy al cine aunque me gusta mucho, ni a discotecas o bares en los que hay mucho ruido porque no entiendo nada", lamenta.

Así, ante las dificultades a las que se enfrentan las personas con discapacidad auditiva reclama un mayor apoyo. "La sociedad debería ser más comprensiva porque hay una discapacidad que no se ve, pero que está allí. Muchas veces la gente se harta de mí porque no le entiendo bien y me gustaría que tuviese más paciencia y empatía con las personas sordas", indica. La Asociación de Hipoacúsicos de Huesca publicará su relato En rojo en un pequeño libro junto a otras obras ganadoras de este certamen que muestra literatura de calidad hecha por personas sordas a base de mucho esfuerzo.