Sociedad

SOLIDARIDAD

Manos Unidas respalda una escuela rural de Malawi

La delegación diocesana de Barbastro-Monzón financia un proyecto de mejora urgente en el distrito de Mzimba por valor de 84.270 euros

Manos Unidas respalda una escuela rural de Malawi
Manos Unidas respalda una escuela rural de Malawi
Á.H.

BARBASTRO.- La delegación diocesana de Manos Unidas en Barbastro-Monzón financiará el proyecto de mejora urgente en la escuela rural de Kajiti, en el distrito de Mzimba, en la parte norte de Malawi (África Oriental) por importe de 84.270 euros.

La ejecución y desarrollo del proyecto dependen de la Comisión de Educación de la Diócesis de Mzuzu y beneficiará a 203 alumnos entre chicos (91) y chicas (112) que asisten a la escuela donde se imparten cinco niveles de primaria en dos aulas "en estado aceptable" mientras las demás actividades se realizan bajo techos de paja y bajo los árboles.

La dotación de servicios se limita a dos letrinas y dos chabolas para los profesores.

La Comisión de Educación de la Diócesis de Mzuzu ha solicitado la ayuda de Manos Unidas para la construcción de seis aulas de 60 metros cuadrados cada una, reparar las dos actuales, construcción de tres letrinas dobles de 7,5 metros cuadrados cada una, dos casas para profesores de 91 metros cuadrados cada una, equipamiento de 240 pupitres y puesta en funcionamiento de huerta comunal que proporcione alimentos para ofrecer una comida diaria a los niños y niñas con objeto de mejorar su nutrición y reducir el absentismo escolar.

La población colaborará en este proyecto aportado ladrillos, piedras y mano de obra no cualificada, se encargará del cultivo de la huerta y del cocinado diario de la comida.

En términos de costes económicos, supone el 21 % del proyecto para completar ocho niveles de educación primaria en la comunidad de Kajiti. Los beneficiarios directos serán 203 niños y niñas y los indirectos, 1.015 personas.

El proyecto se presentó durante un acto presidido por el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, que se celebró en locales de la Parroquia San José al que asistieron 88 personas de varias localidades que colaboran cada año en las campañas de Manos Unidas.

Se celebra el 60 aniversario de esta asociación de la Iglesia Católica que es, al mismo tiempo, una ONG para el Desarrollo con presencia en el territorio nacional a través de 72 delegaciones diocesanas, entre ellas Barbastro-Monzón. La campaña se celebra bajo el lema La mujer del siglo XXI, ni independiente, ni segura ni con voz.

En la delegación diocesana, de la que es responsable Inma Pellicer desde hace cinco años, colabora un grupo de personas habituales pero la red de voluntarios se extiende por los arciprestazgos Bajo Cinca, Cinca Medio, La Litera, Ribagorza, Sobrarbe y Somontano.

Hasta ahora está "muy contenta por el trabajo desinteresado de mucha gente" y destaca la labor pastoral del obispo Ángel Pérez porque "empuja, anima y apoya. Llega a todo".

La delegación ha financiado 59 proyectos desde que se abrió hace más de 50 años y ha cumplido siempre sus objetivos por diferentes países, entre ellos Colombia, India, Guatemala, Nicaragua y ahora Malawi en África Oriental. En el informe económico del año 2018, el montante fue de 154.898,55 euros.

CONCIENCIA CON EL HAMBRE EN EL MUNDO

Inma explicó que "en la práctica cuesta mucho conseguir los recursos necesarios y es un reto atractivo porque incluye actividades y acciones, como teatros, rifas, chocolate solidario, mercadillos, operación bocata en colegios y la campaña del hambre, entre otras iniciativas habituales".

Aseguró que "la gente colabora bien y poco a poco se consiguen los recursos porque cada día se conciencia más con el hambre en el mundo y tenemos siempre confianza en salir adelante por la garantía de distribución de gastos para financiar proyectos educativos, agrícolas, sanitarios, sociales y de la mujer".

En el transcurso del acto celebrado en Barbastro participaron Asun Bardají, que informó del nuevo proyecto; María Teresa Gisbert, que aportó su experiencia en Ruanda, y Eva Souto, que contó la propia en Kaikor-Kenia, donde la presencia de Manos Unidas es del 80 %.

Como broche, el prelado Ángel Pérez centró su intervención final en la temática "mujeres de pasión, mujeres con pasión y mujeres compasivas" entre las que necesita la Iglesia.