Sociedad

ENTREVISTA

Eugenio Monesma Moliner: "Llevo documentados sesenta lagares rupestres en el norte de Aragón"

El etnógrafo oscense disertó en una charla en el Instituto de Estudios Altoaragoneses sobre estos recintos tallados en la roca

Eugenio Monesma Moliner: "Llevo documentados sesenta lagares rupestres en el norte de Aragón"
Eugenio Monesma Moliner: "Llevo documentados sesenta lagares rupestres en el norte de Aragón"
P.S.

HUESCA.- Una curiosidad innata y cuarenta años de experiencia en investigación etnográfica han llevado a Eugenio Monesma a tirar del hilo en los asuntos más dispares. Uno de sus puntos de interés actuales son los lagares rupestres, recintos tallados en la roca donde antaño se pisaba la uva y se recogía el mosto. Normalmente se ubicaban alejados de los pueblos y cerca de los viñedos, para que los campesinos ahorraran tiempo en desplazamientos.

El investigador abordó este tema en una charla en el Instituto de Estudios Altoaragoneses dentro del ciclo Al abrigo de la roca. En su conferencia trató sobre espacios que hasta hace dos décadas no se valoraron en su auténtica función, hasta que en La Rioja empezaron a darlos a conocer. Monesma los descubrió hace ocho años, cuando empezó a investigar sobre piedras rituales y se topó con algunas de estas construcciones. "En este momento llevo documentados alrededor de sesenta en la parte norte de Aragón, que incluye las Cinco Villas", explica el etnólogo oscense, que se ha encontrado con las estructuras más diversas. "Los lagares rupestres de nuestra tierra dan morfologías muy variadas: desde los más simples de una pisadera y un laco hasta complejísimos, con depósitos grandes para la fermentación del vino, algo que no se da en otros lugares de España".

Datar estas construcciones resulta difícil. "Algunos son de época romana, porque coincide que están en territorios de yacimientos, como Los Bañales. Se supone, por investigaciones en otras tierras, que proceden de los siglos XI y XII. A medida que se reconquistaba, los reyes y los monasterios fomentaron el cultivo de los viñedos por dos razones: el vino, junto con el pan, era un importante alimento energético, y por otra parte era elemento imprescindible en los rituales de la religión católica".

Monesma ha hallado lagares rupestres en espacios muy diversos. "El otro día encontraron tres juntos en Capella, algo singular, porque no suele haber tantos. En este caso estaban al lado de la ermita de San Martín, donde había monjes". En La Litera, zona que hoy no cuenta con grandes explotaciones vitivinícolas, hay localizados veinticuatro. En el Somontano solamente cuatro, quizá porque "al ampliar los viñedos y roturar las tierras han desaparecido algunos lagares rupestres". Berbegal cuenta con un importantísimo enclave que fue un sobresaliente centro de producción de vino.

Eugenio Monesma sigue trabajando para descubrir nuevos lagares, y también otras infraestructuras de almacenacimento usadas de forma tradicional. "Actualmente me interesan mucho lo que son los cilleros, los silos donde se almacenaba el grano. También los arneros, donde se elaboraba la miel, no solamente en Aragón, sino también en el resto de España, porque me gusta desplazarme para visitar lugares que tengan paralelismo con Aragón".