Sociedad

DÍA INTERNACIONAL DE TOLERANCIA CERO CONTRA LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA

Aragón forma a 500 profesionales para intentar evitar las ablaciones

En la Comunidad hay 1.500 niñas en riesgo de sufrir la mutilación genital femenina

Aragón forma a 500 profesionales para intentar evitar las ablaciones
Aragón forma a 500 profesionales para intentar evitar las ablaciones
EFE

ZARAGOZA.- El Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) ha formado a cerca de 500 profesionales de los ámbitos sanitario, social, educativo y responsables del ámbito de la igualdad en materia de mutilación genital femenina y abordaje profesional de la misma, desde el inicio de la legislatura.

La ablación es una tradición ancestral que todavía practican en una treintena de países de África y Asia, que deja secuelas a las mujeres que las sufren y que en España está castigada con penas que van de los 6 a los 12 años de cárcel.

Este miércoles se celebró el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina para concienciar contra lo que además de una vulneración de los derechos humanos de mujeres y niñas está considerada una forma de violencia contra las mujeres.

Depende de cómo se ha practicado la mutilación puede generar afecciones a la salud sexual y reproductiva, infecciones y problemas psicológicos, pero también conflictos interculturales porque ponerla en cuestión supone una ruptura con las propias creencias.

En Aragón, la cifra de niñas en riesgo de sufrir una ablación no ha variado desde el año pasado, 1.500, sin embargo, desde que existen protocolos no se ha detectado ninguna mutilación ni en el territorio de la Comunidad ni en países de origen de las niñas y adolescentes, como aseguró la directora del Instituto Aragonés de la Mujer, Natalia Salvo.

El protocolo, actualizado en 2016, establece que cuando se detecta que una familia va a viajar a una zona con alta prevalencia de mutilaciones femeninas, se hace una revisión pediátrica a las niñas que van a viajar y las familias firman un compromiso preventivo, en el que aseguran que esta práctica no se va a producir. Al volver, la niña vuelve a ser sometida a una revisión para comprobarlo.

Salvo explica que nunca se ha detectado un caso y que, de producirse, intervendrían las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y la fiscalía.

Hasta el momento, cien familias han firmado ese compromiso antes de sus viajes y todo ha funcionado "bien".

Estas familias, como señala la responsable del proyecto de prevención de la mutilación genital femenina de la oenegé Médicos del Mundo, Julia Moreno, participan en una serie de talleres que se imparten en la provincia de Zaragoza y en Huesca, a los que llegan a través de conocidos o derivadas por las propias matronas de la Seguridad Social cuando están embarazadas.

En unas diez sesiones fomentan el empoderamiento de las mujeres y adolescentes procedentes de países con una mayor prevalencia de esta práctica.

Desde la organización han comprobado que el proceso de reflexión con las familias es positivo, como lo demuestra el hecho de que no se hayan detectado casos.

Moreno reconoce que es una "práctica ancestral", que en estas culturas se ve como normal y que se suma al hecho de que a esta población no les gusta hablar del tema porque es algo privado.

Por eso, desde Médicos del Mundo se trabaja con los profesionales del sistema sanitario para que sepan cómo actuar por ejemplo cuando tienen conocimiento de que alguna familia va a viajar a sus lugares de origen, y también en el ámbito de la enseñanza. Hace más de un año solicitaron al Gobierno de Aragón la creación de un servicio de atención integral a las mujeres víctimas de la ablación genital con el fin de prestarles apoyo psicológico o facilitarles la reconstrucción si lo necesitan.

Carmina Mayor, especialista en Derecho Penal y del Menor, recuerda que esta práctica, como recoge al artículo 149 del Código Penal, se castiga tanto si se ha realizado en España como si se ha llevado a cabo en el extranjero, incluso si ha sido antes de emigrar si no ha pasado tiempo para que el delito haya prescrito.

Pero es que además, con la última modificación del Código Penal, se incluyó el riesgo de perder de 4 a 10 años la patria potestad o la tutela no solo si se ha practicado en menores, sino si afecta también a mujeres con discapacidad.

Son penas que Mayor considera "correctas" para este tipo de delito por las "tremendas" consecuencias que tiene para quien sufre la mutilación y por tanto están calificados como "graves", como lo prueba el hecho de que en caso de juicio se celebra en la Audiencia y lo juzga un tribunal compuesto por tres magistrados.

LA OMS URGE A SALVAR 68 MILLONES DE NUEVAS VÍCTIMAS

Si la mutilación genital femenina se sigue practicando al ritmo actual en los países donde es prevalente, 68 millones de niñas podrían convertirse en nuevas víctimas antes de 2030, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La entidad considera que teniendo en cuenta el crecimiento demográfico en los lugares donde esa práctica está extendida urge que la comunidad internacional acelere las acciones para acabar con ella.

La ONU instauró el 6 de febrero como el día para recordar la necesidad de no flaquear en los esfuerzos por terminar con la práctica de la mutilación genital que han sufrido más de 200 millones de niñas y mujeres, recordó en Ginebra el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic.

La mayoría de ellas viven en una treintena de países de África, Oriente Medio y Asia, donde prácticas como la ablación son consideradas una costumbre cultural o religiosa.

La región con más casos es África Occidental, donde se calcula que más del 85 % de las mujeres de entre 15 y 45 años la han sufrido, pero en la misma Europa se calcula que en comunidades de migrantes hay 500.000 víctimas y alrededor de 180.000 niñas corren el riesgo de serlo cada año.

En 2019 la OMS quiere poner especial énfasis en combatir la creciente creencia de que sustituir prácticas de mutilación tradicionales por otras similares en manos de trabajadores sanitarios es menos dañina, equiparándola en cierto modo y erróneamente con la circuncisión masculina.