Sociedad

LA ENTREVISTA

Gonzalo Wilhelmi: "Las leyes no sirven sin una fuerza social que obligue a que se cumplan"

El doctor en historia contemporánea ofrece este martes en Huesca la charla-debate "La izquierda radical de mayo del 68 a la Transición"

Gonzalo Wilhelmi: "Las leyes no sirven sin una fuerza social que obligue a que se cumplan"
Gonzalo Wilhelmi: "Las leyes no sirven sin una fuerza social que obligue a que se cumplan"
S.E.

HUESCA.- Gonzalo Wilhelmi, doctor en historia contemporánea y autor del libro Romper el consenso: la izquierda radical en la Transición española (1975-1982), participa este martes en Huesca en el ciclo "El 68 en perspectiva" y ofrecerá una conferencia-debate en el Instituto de Estudios Altoaragoneses, a las 19 horas, titulada La izquierda radical en España de mayo del 68 a la Transición.

Wilhelmi recuerda que el mayo del 68 tuvo tres componentes: "El estudiantil, vinculado a la transformación de la vida cotidiana, a la contracultura, el obrero y el surgimiento de la izquierda radical". Estos dos últimos componentes "tuvieron una influencia decisiva en la Transición española", y plantearon discusiones que "hoy están en el centro del debate político", de ahí que este historiador considere que es importante mirar atrás "no solo para reconocer lo que hicieron estos miles de hombres y mujeres para traer la democracia a España sino también porque plantearon cuestiones muy interesantes, como la democracia participativa, que hoy está de plena actualidad".

El debate sobre la pobreza, la desigualdad, la precariedad laboral o las desigualdades entre hombres y mujeres no son algo nuevo. Como indica Wilhelmi "la democracia a España no la trajeron ni Adolfo Suárez ni el rey Juan Carlos, sino que fue fruto de la movilización popular, de los trabajadores y trabajadoras y de la vecinal, y en su impulso fue clave la izquierda radical. Lo fue el Partido Comunista hasta mediados de los 70, y a partir de ese momento también fueron claves las organizaciones a su izquierda", que contribuyeron a lograr transformaciones tan importantes "como el estado del bienestar, la igualdad jurídica entre hombres y mujeres y que se planteara la económica social".

Los primeros avances en el reconocimiento de los derechos de los homosexuales y el respeto a los derechos humanos en las cárceles también encontraron en la Transición un punto de partida, algo que en el terreno laboral se tradujo en que "durante seis meses se acabó con el despido libre. Desde la patronal siempre se ha dicho que sin despido libre se hundiría la economía y en el 76, con una crisis durísima, el movimiento obrero lo hizo y no pasó nada".

Tras esos primeros impulsos que llegaron con la izquierda radical, se ha seguido avanzando "(salvo en la precariedad laboral y el paro donde sí hay un retroceso)", pero queda camino por recorrer, y ello dependerá "del grado de participación en los movimientos que lo intentan" porque, aunque las leyes ayudar a avanzar, lo mismo que las medidas que toman los gobiernos, "al final el elemento clave es la organización en la base de la sociedad. Las mejores leyes, sin una fuerza organizada que obligue a que se cumplan, no sirven de mucho". Y lo que tampoco hay que olvidar, a su juicio, es que los problemas actuales, "más que la Transición o en la Constitución del 78..., tienen su origen en la década de los 80 y 90", algo de lo que hoy se debatirá en Huesca.