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Mario Elías, una infancia con recuerdos de colores repartidos por Tormos, Almudévar y Huesca

Más de 40 años dedicado a la enmarcación de pinturas y fotografía

Mario Elías, una infancia con recuerdos de colores repartidos por Tormos, Almudévar y Huesca
Mario Elías, una infancia con recuerdos de colores repartidos por Tormos, Almudévar y Huesca
D.A.

Una vida entre colores es la de Mario Elías Hoyas (Almuniente, 1962), que lleva más de 40 años en la enmarcación de pinturas, fotografías... Los colores que tienen éstas obras y los que ofrece para marcos entre más de mil referencias. Y de color son sus recuerdos de infancia, aunque, "sin rencor", evoca algunos episodios blanquinegros.

A los dos años de nacer Mario, que es "del baby boom de los años 60", la familia fue a la Colonia de Tormos, donde su padre trabajó en la CHE. Allí estuvo hasta pasados los 9; se trasladaron a Almudévar, donde vivió 1 año y dos meses, y a Huesca.

"Muchos recuerdos, y todos buenos", tiene de Tormos, aunque "lo más duro era la escuela, que cantábamos el cara al sol" y en más de una ocasión, se vio "de rodillas con los dos brazos en cruz y un libro en cada uno, y si se bajaba uno, te daban un azote en el culo. Tenía miedo de ir al colegio".

Y no ha olvidado, "la torta que me dio el cura el día de antes de hacer la comunión, por rozar la forma con los dientes". Todo esto lo cuenta "sin rencor, que eran otros tiempos". Además, rememora sus primeras subidas a los árboles, el lanzamiento de piedras o el día que "con un amigo entramos en un gallinero y nos atacó un gallo, y al otro le partió un labio de un picotazo y se le llevó un poco de párpado".

En Huesca fue a la Academia de Ángel Gari, "un erudito que me marcó", y al terminar 8º en La Normal, acabó su etapa de estudiante". Trabajó en la Carpintería Velázquez, y 2 años después entró en la Casa del Pintor, donde estuvo doce años. Con 28 abrió su propio negocio y este abril celebrará "mi 29 aniversario como empresario". Siempre en la calle Las Ciencias.

Se especializó "en enmancar obras de arte. Enmarcamos a Beulas desde el 92, a galerías...". Entre los pintores locales destaca, además de Beulas, a Fernando Alvira -"habría que dedicarle una calle en Huesca"-, a Vicente Badenes -"tengo una gran admiración por él-... Y entre los fallecidos, a "grandes artistas" como Alberto Carrera Blecua, Chema Durán o Jorge Isasi, que "era muy afable".

Ha tenido "encargos curiosos como enmarcar una colección de dedales, otra de cucharas... Hemos enmarcado una mitra, y mucha obra de arte, como la exposición de Antonio Saura tras acabar Elegia".

Después de tantos años de ver cuadros y de dialogar con sus autores, "algo acabas entendiendo de arte, claro". Y añade que en Huesca "se hace una enmarcacióin de calidad, no tenemos que envidiar a otras ciudades".