Eros Recio Peyro: "Las aspiraciones y los sueños son nuestra materia más genuina"

HUESCA.- Eros Recio Peyro (Valencia, 1993), primer bailarín profesional con Síndrome de Down, es el vivo ejemplo de que querer es poder.

Cursó la enseñanza elemental en Escuela 2 de Paterna y se formó como bailarín en el Conservatorio Profesional de Danza de Valencia.

Calificado como "el Nijinsky de la discapacidad", este joven participa este fin de semana en el Concurso Vaslav Nijinsky Ciudad de Huesca, del que se está celebrando la modalidad Classic, y lo hace porque quiere demostrar que "las personas con discapacidad podemos enfrentarnos al ballet clásico con disciplina y profesionalidad. Normalmente, nos identifican con la danza moderna poco reglada, pero si se nos educa y se nos prepara, tenemos la misma capacidad artística que el resto de los jóvenes. Se trata de que crean en nosotros, porque hasta ahora siempre se ha dudado de nuestras aptitudes".

Con raíces altoaragonesas y enamorado del Pirineo oscense, Eros se siente como pez en el agua cuando baila. "Cuando estoy en un escenario me siento realizado como ser humano porque con mis movimientos puedo transmitir ideas y sentimientos", y normalmente lo hace para rememorar personajes estelares y mitológicos de la historia de la Humanidad.

"He interpretado a Vaslav Nijinsky, Mijaíl Baryshnikov -que me felicitó personalmente por mi actuación-, Sergei Polunin, Don Quijote, Adonis y hasta al dios Quetzaltcoalt en mi última gira por México".

Este año, Eros Recio va a estrenar En busca del fin del mundo, obra en la que narra la vida de don Diego Ramírez de Arellano, "descubridor de la Antártida en 1619 que, aunque nació en Xàtiva, sus padres eran aragoneses. Ojalá pueda traerla a Huesca y que la vean entera", asegura.

Eros Recio cree en la "'máscapacidad' frente a la discapacidad", ya que a su juicio hay que "fijarse sólo en la plusvalías de las personas y no en sus minusvalías. Todos padecemos minusvalías porque todos tenemos cosas que no sabemos hacer o que hacemos mal".

El joven bailarín es la muestra de que el que quiere puede y, por eso, anima "a todas las personas con discapacidad a cumplir sus sueños, ya que si no lo hacen dejarán de ser ellos mismos. Los sueños y las aspiraciones son nuestra materia más genuina", y él lo materializa en la danza y en la "Bandera de la Discapacidad" que inventó hace dos años y a la que le gusta llamar "Bandera de la Superación".

"La llevé a la sede de la ONU para que la ratificaran como símbolo internacional de las personas con discapacidad. Tiene tres franjas en honor a las tres discapacidades básicas: física, psíquica y sensorial, con los tres colores de los metales nobles que identifican a los ganadores: el oro, la plata y el bronce".

La aceptación de esta bandera ha sido tan rápida en todo el mundo, "que hace dos semanas la escaladora con discapacidad Jime De Allende logró subirla a la cima del Aconcagua, la montaña más elevada de América".